Todos los niños tienen derecho a una escuela de tiempo completo, de 8 am a 5 pm: nueve horas, no sólo para que madre, padre o ambos puedan cubrir jornadas laborales de 8 horas y tengan tiempo de llevarlos y recogerlos, sino además para que la experiencia educativa sea realmente significativa. Porque 196 días al año, en jornadas de cuatro horas, son “probaditas de escuela”.
Si multiplicamos los 365 días por 24 horas y restamos 8 horas diarias de sueño, tenemos que el niño dispone de 5 mil 840 horas libres al año, de las cuales sólo poquito más de 10% (750) está en la escuela. El resto del tiempo queda en manos de la tv, aparatos digitales o peligros de la casa y de la calle.
La nunca bien definida calidad educativa está dada también en la frecuencia y tiempo de exposición a situaciones de aprendizaje; tiene que ver con una sociedad y unos gobiernos que asuman la inversión en educación como lo más importante, no sólo por el interés superior del niño, sino para que cada generación alcance un mejor desarrollo mental, emocional, cultural y ético, para provecho del individuo y de la sociedad en su conjunto; en eso consiste el verdadero desarrollo de un país.
La diferencia entre sociedades humanas y animales consiste en que mientras ellos poseen un programa instintivo para adaptarse, desarrollarse y funcionar de acuerdo con su especie, los humanos nacemos prematuros, incompletos y con necesidad de aprenderlo casi todo. Al nacer sólo sabemos respirar, llorar, succionar el pecho materno, tragar y más tarde sonreír en forma refleja. Todo lo demás hemos de aprenderlo por transmisión externa, es decir por la educación: por interacciones sociales multiples y diferenciadas.
Ni el lenguaje ni la lógica ni la moral son innatas. La educación prescolar y la educación básica son más importantes incluso que la media y la superior, porque del nacimiento a los 12-14 años el cerebro puede alcanzar mayor crecimiento y desarrollo, lo que a su vez depende de la nutrición y de la estimulación de sus funciones. Por eso, la escuela de tiempo completo es fundamental para asegurar a todos nuestros niños buena alimentación y más y mejores experiencias cognitivas, cívicas y afectivas.
PS La infancia es la Patria de todos/ Sin mujeres no hay Patria/ Me encanta ser mujer… tareriroru.