Nueva York. La indignación occidental sonó fuerte este viernes en la reunión del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) convocada por Rusia para exigir a Ucrania que elimine “restos” de presuntos experimentos en laboratorios con patógenos biológicos, en momentos en que crece la preocupación por el posible uso de armas químicas en territorio ucranio.
La OMS “recomendó encarecidamente al Ministerio de Sanidad ucranio y a otras agencias responsables que destruya los patógenos muy peligrosos para impedir que se propaguen por accidente”, indicó el vocero de la agencia, Tarik Jasarevic.
En sus recomendaciones generales sobre la seguridad en los laboratorios, la OMS “siempre insiste en un enfoque basado en la evaluación de los riesgos”, destacó Jasarevic en una rueda de prensa en Ginebra.
El embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, dijo que su Ministerio de Defensa tiene documentados al menos 30 laboratorios en Ucrania que realizan “experimentos biológicos muy peligrosos” que involucran patógenos, y que su trabajo “es realizado, financiado y supervisado por la Agencia de Reducción de Amenazas de Defensa de Estados Unidos”.
Ucrania sí tiene una red de laboratorios biológicos que han obtenido financiamiento y apoyo para investigación de Estados Unidos, pero son propiedad de Ucrania y su gobierno los opera. Son parte de una iniciativa llamada Programa de Reducción de Amenazas Biológicas, cuyo objetivo es disminuir la probabilidad de brotes mortales, ya sea naturales o artificiales. Los esfuerzos de Washington se remontan a la década de 1990 para desmantelar el programa de armas de destrucción masiva de la antigua Unión Soviética.
La subsecretaria de Estado estadunidense para Asuntos Políticos, Victoria Nuland, reconoció que en Ucrania hay “instalaciones de investigación biológica” y que a Washington le preocupa mucho que las tropas rusas se hagan con su control.
El Ministerio de Defensa ruso informó que, según sus datos, Wa-shington destinó más de 200 millones de dólares al funcionamiento de laboratorios biológicos en Ucrania, donde, entre otras cosas, se llevaban a cabo experimentos con el coronavirus de murciélagos.
En respuesta a estos argumentos, Linda Thomas-Greenfield, embajadora de Estados Unidos ante la ONU, acusó a Rusia de convocar la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para “mentir y difundir desinformación”, así como de planear el uso de agentes químicos y biológicos contra Ucrania.
Agregó que Rusia ya está representando el escenario que anticipó el mes pasado en el mismo consejo el secretario de Estado estadunidense, Antony Blinken: que el presidente Vladimir Putin “inventaría acusaciones sobre armas químicas o biológicas para justificar sus propios ataques violentos contra los ucranios.
“La intención detrás de estas mentiras parece clara y es profundamente preocupante”, agregó. “Creemos que Rusia podría usar agentes químicos o biológicos para asesinatos, como parte de un incidente de bandera falsa, escenificado, o para apoyar operaciones militares tácticas”.
La ONU no tiene la obligación de realizar una investigación, a menos que se le dé ese mandato, pero “vamos a seguir el tema muy de cerca”, explicó el portavoz del organismo, Stéphane Dujarric, a la prensa.