Erik Lira sabe lo que significan los colores de Pumas. El joven de 21 años pasó por todas las categorías juveniles del equipo universitario y, aunque salió del club en 2018 en un intercambio con el Necaxa, volvió para jugar sus primeros partidos en el máximo circuito.
Lira disputó dos temporadas, llegó al Tricolor y llamó la atención de Cruz Azul al torneo siguiente de su noveno campeonato. Este sábado, en el estadio Azteca, el mediocampista enfrentará por primera vez a su ex equipo con otra camiseta, “con la tranquilidad de haber dado todo por la que fue mi casa.
“Desde chico uno quiere sobresalir y ser alguien importante. Yo aporté y di todo para Pumas, que siempre será mi casa. Los últimos partidos entre los dos equipos han sido decisivos, de muchos goles y emociones, incluyendo las semifinales”, afirma Lira, quien ha sido titular en los nueve encuentros de La Máquina en este Clausura 2022.
Para un mediocampista de contención, la posibilidad de hacer un gol es menor que la de un delantero. Lira, sin embargo, cree que puede marcarle al portero Alfredo Talavera. “No he metido un gol en mi carrera, pero tengo esa ilusión”, agrega, reservándose el festejo en caso de que eso ocurra. “Me imagino abrazando a mis compañeros, con mucha alegría, pero no sé qué más puede pasar”.
Jugó 60 partidos con Pumas, incluyendo torneos internacionales. El técnico Andrés Lillini lo definió como un contención de la vieja escuela, “fuerte, aguerrido y con buen temperamento”.