El gobierno de México logró frenar una subasta de tres piezas arqueológicas en Bélgica, informó ayer la secretaria federal de Cultura, Alejandra Frausto.
“Queda claro que alzar la voz sí da resultados. Las tres piezas mexicanas que pretendían vender en Brujas, Bélgica, han sido retiradas por la subastadora”, escribió la funcionaria en su cuenta de Twitter.
Agradeció a los responsables de la puja, “por no permitir que los bienes nacionales de México se conviertan en artículo de lujo”.
El gobierno mexicano mantiene una campaña internacional para repatriar joyas arqueológicas y documentos históricos bautizada “Mi patrimonio no se vende”.
Por su parte, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) también celebró el que la casa de subasta belga Carlo Bonte decidiera frenar el remate.
“Gran triunfo en la lucha contra el tráfico de bienes arqueológicos de nuestro país”, publicó el INAH en la misma red social. Los detalles de las piezas ni la fecha de la subasta se dieron en el anuncio.
El pasado 10 de enero, México detuvo la venta en Austria de una pieza correspondiente a un periodo entre los siglos V y X. La obra representa a un ser fantástico, realizado en la costa del Golfo durante el periodo Clásico mesoamericano (400-900 dC).
Las piezas arqueológicas de origen mexicano están protegidas por leyes sobre patrimonio arqueológico, artístico e histórico.
México considera que la comercialización de piezas arqueológicas bajo la rúbrica de “arte” representa una “inaceptable reducción del enorme legado cultural”.
El 7 de febrero pasado la cancillería lamentó inacción de autoridades francesas ante las subastas de obras arqueológicas en las casas Societé Millon y Christie’s en París.
En tres años el gobierno mexicano ha repatriado más de 5 mil 600 bienes arqueológicos e históricos.