Tras concluir la rehabilitación de las naves que colapsaron hace dos años por una granizada atípica, en la Central de Abasto (Ceda) comenzó el reordenamiento adentro y en los alrededores de los distintos espacios comerciales, que tendrán horarios específicos, para liberar banquetas y vialidades.
La directora del principal centro de abasto de la capital, Marcela Villegas, admitió que hubo un conflicto con algunos comerciantes y productores de hortalizas que se resistían a los cambios, pero ya se llegó a un acuerdo para continuar con este proceso apegado a las normas del mercado.
En entrevista, aseguró que nunca se pensó en desalojarlos y ya se retiraron los contenedores que había para impedir que se estacionaran en las vialidades, por lo que desde ayer empezaron a vender sus productos en los lugares asignados.
“Lo que quiere la administración, después de 30 años en los que los vehículos no podían entrar porque estaban ocupadas las vialidades y las banquetas tenían dueño, es ir hacia un mercado ordenado para que la comercialización se pueda dar a todos y con seguridad.”
Detalló que hasta ahora se han rehabilitado las naves uno, la roja y la semana pasada concluyeron los trabajos en la dos. “Se reconstruyeron los techos que se cayeron, pero además se mejoraron todas las instalaciones; cada que se ha terminado una se ordena todo el entorno, pero los productores ya regresaron al lugar que tenían originalmente”.
La funcionaria precisó que el espacio asignado esta frente a la nave dos, en donde podrán colocarse en 10 metros cuadrados a partir de la banqueta, con horario de las 8 de la noche a las 4 de la mañana para los productores y hasta las 10 y media los comerciantes que se instalan en la acera.
Comentó que aún falta por reconstruir la nave cuatro, correspondiente al área de venta de flores, por lo que están en pláticas con los comerciantes para definir dónde estarán de manera temporal, pues se espera que los trabajos se realicen en tres meses. Las obras de rehabilitación beneficiarán en total a 3 mil permisionarios que venden flores y hortalizas.
La noche del pasado jueves, agricultores de San Andrés Mixquic, en Tláhuac, y San Gregorio Atlapulco, en Xochimilco, denunciaron que se les había impedido el acceso al andén dos, donde diariamente venden sus productos.