Los homicidios de reporteros en el país “no son crímenes de Estado. Estoy asumiendo la responsabilidad, estoy trabajando para garantizar la paz y la tranquilidad, y desde luego, proteger a los periodistas”, respondió el presidente Andrés Manuel López Obrador a una pregunta sobre el incremento de asesinatos de informadores durante su administración:
“La diferencia de estos lamentables casos con los de antes es que los periodistas asesinados ahora, casi todos, han sido víctimas de las organizaciones criminales heredadas de una política fallida que empezó desde los 80 y se mantuvo durante los 36 años del periodo neoliberal. Esas bandas fueron incluso toleradas por esos gobiernos.
“No hablan ustedes, o muy poco, de que se llegó al extremo de que el secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón tenía relaciones con el crimen organizado, y por eso está preso en Estados Unidos”, reprochó.
–El problema está peor hoy que nunca. Así lo indican las cifras –le replicó un reportero de la revista Vice (que se fundó en Montreal y ahora se asienta en Nueva York).
–No, no, no. No es así, no es así; hay una diferencia fundamental: estos no son crímenes de Estado.
–¿Se puede decir con seguridad que son actores criminales, sin complicidad de actores políticos?
–Sí, y tenemos todos los casos. Cero impunidad. Entonces, no somos iguales. Si tú actúas de buena fe y eres un periodista profesional, debes tomar en cuenta esto y considerar que estamos enfrentando no sólo al crimen organizado, sino a una mafia de poder que está muy molesta; esa oligarquía domina a la mayoría de los medios de información convencionales.
El reportero que le preguntaba expuso que los agredidos en su mayoría son periodistas independientes que trabajan para redes sociales en situaciones precarias.
López Obrador le replicó: “no estoy hablando de ellos; estoy hablando de los que de manera hipócrita se rasgan las vestiduras y cuestionan que hay esta inseguridad; no es que les preocupa que pierdan la vida los periodistas, sino que se están combatiendo los privilegios.
–Los comunicadores con quienes he hablado acá en México son humildes. Ellos se sienten inseguros y perciben que su gobierno les está fallando –insistió.
–No, no –respondió pronto el mandatario.
–Pues me lo dicen… –devolvió quien lo cuestionaba.
–Tenemos protección especial a periodistas, un plan; te vamos a informar caso por caso. Y sí, en efecto, a quienes asesinan son periodistas humildes que están haciendo su trabajo en las distintas regiones del país. Los comunicadores que están al servicio de los potentados no tienen riesgos. Además, no deseamos que le pase nada a nadie. Pero existe, no tengo la menor duda, una campaña contra el gobierno que represento, aprovechando esta circunstancia lamentable.