Aunado a la defensa de los intereses de las empresas del sector energético de su continente, el Parlamento Europeo resolvió condenar los crímenes cometidos contra periodistas en México; sostuvo que el presidente Andrés Manuel López Obrador “utiliza con frecuencia una retórica populista para denigrar e intimidar a los periodista independientes”.
En el texto original del proyecto presentado en inglés, el Parlamento Europeo consideró que la intención del gobierno mexicano de realizar una reforma electoral y al sistema judicial, así como al sector energético, “incrementa las dudas sobre la estabilidad de las reglas y la certeza jurídica y los derechos de las inversiones extranjeras en el país, lo cual deja a su suerte las inversiones extranjeras realizadas por compañías europeas”, y van en contra del acuerdo global México-Unión Europea.
La resolución aprobada (en su versión en español) condena el asesinato de comunicadores y defensores de derechos humanos y lamenta el incremento del clima adverso para el ejercicio del periodismo, tanto por la mayor violencia que prevalece asociada al crimen organizado, como por los cuestionamientos al ejercicio periodístico desde algunos círculos oficiales. Por ello, demanda al gobierno federal fortalecer las acciones para su protección.
Asimismo, considera que la libertad de prensa constituye una de las llaves del funcionamiento de las democracias, y llama a las autoridades a realizar las acciones necesarias para asegurar un ambiente seguro y propicio para el ejercicio del periodismo, “acorde con los estándares internacionales, con acciones dirigidas a combatir la corrupción y deficiencias en el Poder Judicial para mejorar su protección y orientado a reducir los altos niveles de impunidad”.
Recuerda que en esta administración han asesinado a 50 periodistas, y considera que el discurso presidencial en las mañaneras constituye un entorno adverso para el desempeño de esa profesión. “El abuso de la retórica y la estigmatización generan una atmósfera implacable hacia los periodistas independientes. Con el pretexto de combatir noticias falsas, el gobierno creó una plataforma para exhibir, estigmatizar y atacar las críticas de la prensa, y ha debilitado la protección de los comunicadores bajo amenazas y cortado fondos para su protección”.