Los grandes bancos estadunidenses Goldman Sachs y JPMorgan informaron ayer que comenzaron a cerrar sus negocios en Rusia, en un contexto de preocupaciones por posibles pérdidas ante las sanciones financieras a Moscú, incertidumbre de la que también se han hecho eco las instituciones financieras europeas.
El Banco de Pagos Internacionales (BPI) suspendió también ayer al banco central ruso, con lo que se plegó a las sanciones que se le han impuesto a ese país.
Goldman Sachs se convirtió en el primer gran banco de Wall Street en salir de esa nación tras la invasión a Ucrania. “Goldman Sachs está cerrando su negocio en Rusia en cumplimiento de los requisitos regulatorios y de licencia”, aludió el banco en un comunicado enviado por correo electrónico.
Según su más reciente reporte anual, la exposición de la firma en Rusia alcanzaba en 2021 a 650 millones de dólares. Goldman Sachs no dio detalles sobre el número de empleados en el país.
Más tarde, Bloomberg reportó que JPMorgan también estaba concluyendo sus negocios en Rusia. “Las actividades actuales son limitadas, incluida la ayuda a los clientes globales a abordar y liquidar obligaciones prexistentes, gestionar su riesgo relacionado con Rusia, actuar como custodio de nuestros clientes y cuidar a nuestros empleados”, destacó JPMorgan en un boletín.
Citigroup, que tenía una exposición total de 9 mil 800 millones de dólares en Rusia a fines de diciembre, indicó el miércoles que “evaluaba (sus) operaciones en el país euroasiático”.
En tanto, Credit Suisse señaló que tenía una exposición bruta en Rusia de mil 600 millones de francos suizos (mil 730 millones de dólares) a fines de 2021.
UniCredit de Italia y la francesa BNP Paribas también han revelado miles de millones de euros en riesgo de Rusia. En un escenario extremo, los bancos podrían perderlo todo si Moscú incauta los activos y las sanciones hacen que las acciones relacionadas con Rusia pierdan todo su valor.
Por su parte, Deutsche Bank manifestó que su exposición al riesgo crediticio a Rusia y de Ucrania era 2 mil 900 millones de euros, por lo que había reducido aún más su riesgo ante Rusia en las dos semanas recientes.
El BPI cortó el acceso del Banco Central ruso a “todos los servicios de esta entidad”, incluidas las “reuniones” de los banqueros, confirmó su portavoz a Afp.