Washington. Los arrestos de inmigrantes en Estados Unidos cayeron marcadamente en el último año, luego de que el gobierno del presidente Joe Biden cambió sus prioridades para enfocarse en personas sin estatus legal en el país que han cometido delitos graves, dijeron funcionarios el viernes.
Al dar a conocer su informe anual, en el que refleja ocho meses de trabajo bajo las directrices de Biden, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) indicó que los arrestos relacionados con la inmigración cayeron casi 40% comparados con un año antes, al tiempo que el número de personas aprehendidas que habían cometido “delitos graves con agravantes” aumentó a casi el doble.
Las deportaciones totales cayeron al nivel más bajo en la historia de la agencia, casi 70%, a 59.011, un número que, en parte, refleja el uso de una orden de salud pública implementada durante la pandemia de COVID-19 para expulsar a personas sin tener que pasar por los procedimientos formales de deportación.
Las autoridades describen esa estrategia como un uso eficiente de recursos policiales limitados, pero coloca al gobierno de Biden en la disyuntiva de complacer a críticos, mayormente de derecha, que quieren ver más arrestos, o a demócratas progresistas, que han llamado a reducir drásticamente la misión del ICE o incluso a eliminar la agencia.
Como mínimo, también refleja un alejamiento de la estrategia del gobierno del expresidente Donald Trump, que desde el principio de su mandato le instruyó al ICE que aprehendiese a cualquiera que estuviese ilegalmente en el país sin importar otras circunstancias.
“Como lo reflejan los datos del informe anual, los agentes y agentes especiales del ICE se centraron en los casos que tuvieron el mayor impacto policial en comunidades de todo el país al tiempo que defendían nuestros valores como nación”, dijo el director interino Tae Johnson en un comunicado en el que anunció los resultados.
Los críticos dicen que la política del gobierno de Biden alienta la inmigración irregular que una serie de presidentes estadounidenses ha pasado apuros para controlar.
“El gobierno de Biden ha convertido a Estados Unidos en un país santuario, así de simple”, dijo Mark Morgan, que fue comisionado interino de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) bajo Trump y que ahora es socio del organismo conservador Heritage Fundation. “Este presidente ha enviado un mensaje al mundo de que si cruzas ilegalmente nuestra frontera soberana, muy probablemente quedarás en libertad en Estados Unidos y, una vez que estás aquí, los agentes de inmigración no pueden sacarte incluso si no te presentas a tu cita en la corte o cometes un delito”.
Pero en lo que los funcionarios llaman un “enfoque reequilibrado”, el ICE dijo que su Oficina de Detención y Deportación arrestó a 74.082 personas que carecían de la ciudadanía estadounidense, una combinación de personas que le fueron referidas a la agencia por parte de la CBP, y personas detenidas en el país cuando estaban prófugas.
Esa cifra representó un descenso respecto a los 103.603 del año fiscal 2019, que a su vez disminuyó 28% en comparación con los 12 meses anteriores debido a las políticas implementadas al comienzo de la pandemia de COVID-19, incluida la aplicación de una orden de salud pública de hacer que las personas detenidas en la frontera regresaran de inmediato a sus países de origen sin darles oportunidad de solicitar asilo.
Sin facilitar un mayor desglose detallado, el ICE dijo que casi la mitad de los arrestos y deportaciones desde que Biden asumió la presidencia correspondieron a “delincuentes graves”, que es como el gobierno define a las personas declaradas culpables tanto de delitos graves como de “delitos graves con agravantes".
Además de su acción selectiva, el ICE también ha cambiado de lugares donde opera. El gobierno ordenó el año pasado a la agencia que limitara sus acciones en escuelas, hospitales y otra serie de lugares delicados.
La agencia alega en su comunicado que las “repercusiones en la seguridad pública han sido dramáticas”, porque el número de arrestos mensuales relacionados con delitos graves con agravantes aumentó 53% en comparación con el último año del gobierno del presidente Barack Obama y un promedio de 51% durante el gobierno de Trump.
Las aprehensiones incluyeron algunas efectuadas dentro de una iniciativa enfocada en infractores sexuales, lo que resultó en el arresto de 495 personas en comparación con las 194 del año anterior, señaló el ICE.
Trump, cuyo gobierno adoptó centenares de medidas para restringir la inmigración tanto legal como ilegal, ordenó al ICE detener a todos los que se encontraran sin permiso en el país. En junio de 2019 tuiteó que “la semana entrante el ICE comenzará el proceso de expulsar a los millones de personas ilegales que han encontrado la forma ilícita de ingresar a Estados Unidos”.
Sin embargo, ello no ocurrió. El total de deportaciones fue mayor en el primer período de Obama que durante el gobierno de Trump debido en parte a que muchas ciudades y estados, opuestos al enfoque de su gobierno sobre la inmigración, se rehusaron a cooperar con el ICE en las deportaciones.