La violencia familiar es la antesala del feminicidio, y durante la pandemia de covid-19 ese delito aumentó significativamente en la Ciudad de México. Es el que más se denuncia por encima incluso del robo simple, a casa habitación o a transeúnte, aseveró Sayuri Herrera Román, titular de la Fiscalía Especializada para la Investigación del Delito de Feminicidio de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) capitalina.
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en 2021 se registraron 34 mil 846 carpetas de investigación por violencia familiar en la capital del país, mientras en 2020 fueron 27 mil 769.
En una conferencia magistral organizada por la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, Herrera Román reconoció que para algunos ministerios públicos esta violencia que se vive en casa les es complicada de entender. Por ello, destacó la necesidad de explicar que las mujeres que llegan a presentar una denuncia están en un ciclo de violencia. Para ellas “es un esfuerzo enorme porque además están en una situación de peligro, han sido en muchas ocasiones amenazadas, tienen miedo”, viven en una constante de manipulación. El agresor las violenta, pero después les promete que no va a volver a ocurrir y vuelve a agredirlas de manera física, sexual y sicológica.
Sobre el problema del feminicidio, Herrera Román precisó que durante la pandemia este delito se ha mantenido, y señaló que en la fiscalía especializada se reciben también casos de supuestos suicidios o accidentes, atendiendo a lo establecido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación de que toda muerte violenta de una mujer debe ser investigada como tal.
En este sentido, expuso que han detectado un patrón de comisión de los agresores, en los que ellos dicen que pelearon con su pareja por los supuestos roles de género y hacen pasar el asesinato como un suicidio o accidente.