Profesores de educación secundaria afirmaron que, pese a los llamados de la Secretaría de Educación Pública (SEP) para que el magisterio se sume al análisis del nuevo marco curricular y planes de estudio formación básica, “seguimos al margen y sin conocer a fondo qué proyecto educativo y pedagógico propone la Cuarta Transformación”.
A dos semanas de que concluya el proceso de consulta de los nuevos contenidos educativos, con los que se elaborarán los libros de texto gratuitos, destacaron que “se proponen cambios curriculares y de organización escolar que deben ponerse a prueba en algunas escuelas por lo menos un ciclo escolar antes de aplicarse de forma generalizada, y lo que se percibe es que el actual gobierno se está quedando sin tiempo para echar a andar su propuesta educativa”.
En entrevista con La Jornada, los profesores Abelardo Correa, Juan Manuel Garcés, Elizabeth Reyes, Olimpia González y Felipe Ramos, señalaron que los maestros “no podemos seguir como operarios de reformas curriculares que nunca nos toman en cuenta ni escuchan la experiencia construida en las aulas”.
Tras destacar que el documento Marco curricular y plan de estudios 2022 de la educación básica mexicana no establece con claridad “cuál es la filosofía educativa que busca construir, más allá de hablar de poner a la comunidad en el centro de la escuela, cuando deberían ser los aprendizajes”, insistieron en que los maestros “tenemos una riqueza pedagógica que no ha sido recogida, porque pese a todos los discursos, nunca somos tomados en cuenta”.
Escuela autoritaria
Señalaron que el diseño de la SEP “no tiene claridad en sus planteamientos epistemológicos, es decir, desde dónde se ve el conocimiento ni en su metodología didáctica. Se propone un trabajo más interdisciplinario, lo que demanda una reorganización escolar, pero no se dice cómo, ni si ésta será flexible, democrática y horizontal. Se pide crear una escuela abierta a la comunidad, cuando tenemos una escuela vertical y autoritaria”.
Correa apuntó que en el campo educativo “prevalece una pugna de intereses políticos y económicos. El sistema no cambiará hasta que los maestros tomemos conciencia que la transformación está en nuestros manos, y no en las del Estado”.
Consideraron que para avanzar hacia una verdadera transformación en México, más allá de lo que propone la actual administración, es necesario reconocer el papel que tiene el profesor frente a grupo para realizar el cambio, así como escuchar a alumnos y padres de familia, “porque al final se trata de ser comunidad”.