Mariúpol. Con los cuerpos amontonados en los nueve días de asedio de Rusia a Mariúpol, la ciudad portuaria de 430 mil habitantes en el sureste de Ucrania, las autoridades locales se apresuran a enterrar a los muertos en una fosa común.
Los trabajadores de la ciudad hacían rápidos gestos de la cruz mientras empujaban cuerpos envueltos en alfombras o bolsas a una zanja profunda de unos 25 metros (80 pies) de largo en las afueras de la ciudad.
Más de 70 cuerpos han sido enterrados en la fosa común desde que se abrió el martes.
Aproximadamente la mitad de los enterrados murieron en el intenso bombardeo de la ciudad, según testimonios. Otros murieron en sus casas por causas naturales, pero las autoridades no pudieron organizar la recogida de los cuerpos ni su entierro.
Mariúpol ha sufrido al menos ocho ataques aéreos importantes en las últimas 48 horas, con un hospital infantil y el departamento central de bomberos entre los afectados.
Los residentes de la ciudad se quedan en refugios tanto como sea posible ya que las temperaturas bajan a -9 grados centígrados (15 grados Fahrenheit).