La Paz. Mario Terán, un sargento boliviano que se volvió conocido por haber ejecutado al mítico guerrillero Ernesto Che Guevara en octubre de 1967, murió el jueves a los 80 años tras una larga enfermedad, informaron allegados al militar.
“Estaba desahuciado y acompañamos sus últimas horas. Tuvimos una buena relación, era un oficial responsable que cumplió una orden superior, pero vivió con un perfil bajo”, dijo el general retirado Gary Prado, quien comandó el pelotón que capturó con vida a Guevara en la selva del sudeste boliviano tras nueve meses de acciones guerrilleras.
“Él simplemente cumplió con su deber como suboficial del ejército”, dijo Prado a radio Compañera.
Prado es uno de los pocos sobrevivientes de aquella lucha contra la guerrilla que duró nueve meses, pero marcó la historia de este país y del continente y encumbró a Guevara.
Terán falleció en la región oriental de Santa Cruz, donde será velado. Le sobreviven su esposa y dos hijos.
El militar contó años después a periodistas los momentos previos al fusilamiento: "Fue el peor momento de mi vida. Vi al Che grande, muy grande, enorme. Sus ojos brillaban intensamente. Sentía que se echaba encima y cuando me miró fijamente, me dio un mareo. Pensé que con un movimiento rápido el Che podría quitarme el arma. ‘¡Póngase sereno –me dijo– y apunte bien! ¡Va a matar a un hombre!’ Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos y disparé”.