Madrid. Expertos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), liderados por Núria Malats, y del Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL, Heidelberg), dirigidos por Peer Bork, encontraron una firma molecular de 27 microorganismos en muestras de heces que podría detectar a los pacientes de alto riesgo de adenocarcinoma pancreático ductal, el cáncer de páncreas más frecuente, e incluso diagnosticar a los que están en estadios más tempranos de la enfermedad.
Se ha solicitado una patente sobre estos resultados para desarrollar un kit de diagnóstico de cáncer de páncreas que detecte estos genomas microbianos en muestras de heces, de forma rápida, no invasiva y barata. El estudio se publica esta semana en la revista Gut, una de las más prestigiosas en los campos de la gastroenterología y hepatología.
El de páncreas no es de los cánceres más frecuentemente diagnosticados, pero sí de los más letales: representa la tercera causa oncológica de muerte en España, detrás del de pulmón y el colorrectal, y séptima en el mundo. Algunas de las razones de esta alta tasa de mortalidad son el diagnóstico tardío y las limitadas opciones terapéuticas.
La sintomatología del cáncer de páncreas es muy silenciosa y a menudo los síntomas aparecen ya en las últimas fases de la enfermedad, cuando los tumores muchas veces no pueden ser eliminados por cirugía.
Por ello, es urgente y necesario disponer de pruebas no invasivas, específicas y asequibles que sean capaces de detectar de forma temprana esta enfermedad y mejorar la supervivencia de los pacientes.
“En muchos casos, una vez que se detecta es demasiado tarde. Necesitamos diagnosticar la enfermedad en estadios mucho más tempranos, antes de que aparezcan los síntomas, y para ello tenemos que identificar y definir la población de riesgo y disponer de buenas pruebas de cribado para detectar el cáncer cuando todavía es curable”, indicaron los investigadores.
Microbioma
Datos obtenidos recientemente sugieren que los microorganismos que conviven con las células del cuerpo humano, el denominado microbioma, podrían tener un papel en el origen y desarrollo del adenocarcinoma pancreático ductal.
Los investigadores realizaron un estudio caso-control único con 136 individuos (57 recién diagnosticados, 50 controles y 27 con pancreatitis crónica) con información epidemiológica y clínica muy detallada y a los que se les extrajeron muestras de saliva, heces y tejido pancreático para analizar su microbioma.
Las pacientes procedían de dos hospitales españoles en Madrid (Ramón y Cajal) y en Barcelona (Vall d’Hebron).
“Análisis muy avanzados a nivel bioestadístico y bioinformático nos permitieron construir una firma de 27 microbios procedentes de heces, la mayoría bacterias, que discriminan muy bien los casos con cáncer de páncreas de los controles, tanto en sus fases más avanzadas como en las más tempranas”, apuntan Malats y Bork.
Esta firma genética ha sido validada en un estudio independiente llevado a cabo en dos hospitales de Alemania y en 5 mil 792 metagenomas fecales procedentes de 25 estudios de 18 países. En la actualidad se estudia en población japonesa.