Ciudad de México. El gobierno mexicano enviará un segundo avión de la Fuerza Aérea para trasladar a mexicanos que salieron de Ucrania y buscan regresar al país. La aeronave llevará, además, ayuda humanitaria para los campamentos de refugiados, “seguramente” con alimento, explicó este miércoles el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Planteó la posibilidad de enviar un avión para mexicanos que viven en Rusia y quieran regresar a territorio nacional.
En su conferencia de prensa matutina, el mandatario reiteró la posición de su gobierno frente al conflicto. “La postura de México es muy clara, es no intervención en estos casos, buscar la solución pacífica, procurar que haya ayuda humanitaria, y esos es lo que estamos haciendo, no interviniendo en el conflicto”.
Por ello se rechazó la petición de legisladores ucranianos que solicitaron que México envíe armas para respaldar a este país ya que la petición “es contrario a la política exterior de México de no intervención, y además de que nosotros no queremos la guerra; nosotros vamos a luchar siempre por la paz”.
Lo que sí está haciendo su gobierno, recalcó, es proteger a los mexicanos en Ucrania y “hoy saldrá un nuevo avión de la Fuerza Aérea para traer a mexicanos” y latinoamericanos que no tienen forma de regresar a sus países. Al hacer el anuncio, señaló que se “adelantó” al Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien estaba por informar al respecto.
Instantes después, por medio de redes sociales, Ebrard detalló: “el Presidente López Obrador nos ha instruido para preparar, con el invaluable apoyo de la SEDENA y la Fuerza Aérea Mexicana, el 2o vuelo a Rumania en apoyo a connacionales evacuados de Ucrania. Les informo cuándo despega en cuanto tengamos confirmadas las autorizaciones. Buen día!”.
De igual forma, agregó, “en caso de que se necesite y ir a buscar a mexicanos que están en Rusia, podríamos hacer lo mismo”.
También dijo que “no estamos de acuerdo con las invasiones porque sería un contrasentido, a nosotros nos han invadido, hemos padecido de invasiones, bueno, nos invadieron de España por 300 años”, así como Francia y Estados Unidos, en dos ocasiones cada uno.
Por eso “nuestra política exterior está contra las invasiones, no queremos intervencionismo. Al mismo tiempo hemos tratado de mantener buenas relaciones con todos los pueblos del mundo”.
Ahora mismo, ponderó, la relación con Estados Unidos es buena” es de amistad y cooperación”, y hay millones de mexicanos viviendo en ese país. Refrendó que es indispensable la integración económica, “con respeto a nuestras soberanías”, para fortalecernos como región en el mundo,
“Pero nuestra política exterior no puede olvidar la historia”, apuntó al recordar la frase jurista: entre los individuos como entre las naciones, el respecto al derecho ajeno es la paz.
En tanto, contrario a los bloqueos de medios de comunicación rusos en países europeos, López Obrador expresó que “nosotros no bloqueamos información, tenemos que garantizar libertades”.
El jefe del Ejecutivo federal insistió que a México no le afectará porque con el excedente de ingresos petroleros por el aumento del precio del crudo, habrá un balance positivo para el país.
Recordó que desde el inicio de su gobierno se invirtió en exploración de pozos petroleros y “tenemos la suerte de que se descubrieron campos petroleros con mucho potencial, sin embargo, no vamos a pasar de más de 2 millones de barriles diarios de extracción porque queremos cuidar este recurso que es una herencia para nuevas generaciones”.
El presidente López Obrador le dio la bienvenida al ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares Bueno, quien se reunirá en México con Marcelo Ebrard, y más tarde con la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
El tabasqueño indicó que la pausa que propuso entre México y España “es para que políticamente se internalice una realidad. La relación anterior con España estuvo caracterizada por el abuso de empresas españolas en el país. Aunque cuesta mucho trabajo que se acepte, que se comprenda, México no es tierra de conquista. Entonces todavía tenemos diferencias con estas empresas, como es el caso de Iberdrola, empresa que tiene que ver con la industria eléctrica”.
Aunque la relaciones entre los dos países se frenaron ya en alguna ocasión por el franquismo, subrayó que su postura no significa ruptura de relaciones, y ponderó que “nosotros le tenemos un gran reconocimiento al pueblo español, nuestra admiración y respeto, pero no es un asunto del pueblo español, es un asunto de empresas, de la élite, que no ha actuado con decencia”.