Lima. Partidos de oposición en el Congreso de Perú presentaron ayer una moción para destituir al presidente Pedro Castillo; el segundo intento formal para sacar del poder al mandatario de izquierda en menos de ocho meses en el cargo.
La nueva moción, presentada el mismo día en que el cuarto gabinete de Castillo busca el respaldo de los legisladores, se sustenta en 20 denuncias de supuestas faltas constitucionales del presidente, incluyendo la reciente acusación de una empresaria que lo implica en presuntos actos de corrupción que él rechaza.
“Estamos comprometidos en llevar adelante esta moción porque consideramos que es una alternativa para salir de la crisis política en la que nos encontramos”, dijo a periodistas Alejandro Muñante, del partido de derecha Renovación Popular.
De un total de 130 legisladores, 50 argumentaron “incapacidad moral” para remover a Castillo y citaron un listado de razones, entre ellas, tres investigaciones por corrupción contra el mandatario, así como la acusación de una aspirante a colaboradora en un caso de lavado de activos, quien señaló al presidente de integrar un grupo criminal para recibir dinero a cambio de obras públicas.
Presentar la moción para un proceso político es el primer paso para intentar destituir a un presidente en Perú, pues ésta debe ser admitida en una sesión con el apoyo de 52 votos. Si la medida progresa, remover a Castillo requiere al menos de 87 votos.
Si bien el Congreso está controlado por la oposición, un intento para iniciar el proceso de juicio político a Castillo en diciembre no logró los votos requeridos.
Según proyecciones, para otorgar la confianza al gabinete, presidido por el abogado Aníbal Torres, son necesarios 45 votos, por lo que la continuidad del equipo no está asegurada. Castillo es criticado por sus reiteradas designaciones de miembros sin experiencia para ocupar puestos claves.
Medios peruanos difundieron a finales de febrero declaraciones de la empresaria Karelim López ante la fiscalía –que investiga presuntos actos de corrupción en el gobierno– en las que vincula a Castillo en supuestos actos ilegales. López, quien también es investigada, busca acogerse a un proceso de colaboración con la justicia a cambio de beneficios.
Castillo, quien asumió la presidencia en julio con el partido Perú Libre tras ganar sorpresivamente en apretadas elecciones, ha rechazado las acusaciones y denunció a grupos de poder económico, que no identificó, de intentar nuevamente dar un “golpe” de Estado contra su gobierno.
En los primeros siete meses de gestión el gobierno de Castillo se ha visto envuelto en escándalos y en ese lapso debió designar cuatro nuevos gabinetes en medio de la inestabilidad política. Su tercer primer ministro duró apenas unos días y tuvo que renunciar por acusaciones de violencia doméstica contra su esposa e hija.
El apoyo a la gestión de Castillo ha caído por debajo de 30 por ciento, según las últimas encuestas de Ipsos Perú y EIP.
Castillo es presidente de Perú desde el 28 de julio y gobernará hasta 2026.
Perú, el segundo mayor productor mundial de cobre, ha tenido cinco presidentes desde 2016, incluido Castillo, quien difícilmente ha podido gobernar en medio de denuncias y enfrentamientos con el Congreso.