Un equipo de científicos chinos logró, gracias a la edición genética, que una ratona tenga hijos vivos a partir de un óvulo no fecundado. La investigación demuestra que, aunque se creía imposible ese tipo de reproducción en mamíferos, se puede conseguir mediante nuevas técnicas de manipulación.
Se trataría del primer mamífero que consigue gracias a esta técnica la reproducción asexual, conocida como partenogénesis, término griego que significa creación virgen, que es una forma de alumbramiento asexual sólo con óvulos no fertilizados. Cuenta con varios ejemplos en la naturaleza. Invertebrados como los escorpiones, los ácaros, algunas abejas, peces, anfibios y reptiles son capaces de generar descendencia sin necesidad de un compañero.
Sin embargo, hasta ahora, recrear dicha forma de reproducción no había sido exitosa en mamíferos debido a un proceso de impresión genómica en el que los genes se marcan químicamente para determinar al progenitor de origen. Mediante dicho proceso natural, se asegura que el embrión se desarrolle sin fallas.
Para lograr la partenogénesis del ratón, los científicos chinos, a cargo de Yanchang Wei, de la Universidad de Shanghai Jiao Tong, que publicaron su investigación en Proceedings, de la Academia Nacional de Ciencias, utilizaron una tecnología que permite modificar los genes de los organismos llamada Crispr (acrónimo que en español significa: repeticiones palindrómicas cortas agrupadas y regularmente interespaciadas).
Con esa técnica, los investigadores han sido capaces de editar las marcas de metilación del ADN, modificaciones al genoma que pueden alterar la actividad de los genes del cuerpo sin cambiar la secuencia subyacente de ese material genético.
“Después de la activación partenogenética, estas regiones editadas mostraron el mantenimiento de la metilación como zonas establecidas de forma natural durante el desarrollo temprano previo a la implantación”, señala el estudio.
“La transferencia de embriones partenogenéticos modificados a madres adoptivas dio como resultado un desarrollo significativamente mayor y, finalmente, la generación de descendientes viables. Estos datos demuestran que la reproducción asexual se puede lograr mediante la rescritura epigenética dirigida de múltiples regiones de control de impresión”, destacan los científicos.
A pesar de los resultados, sólo una de las crías sobrevivió hasta la edad adulta. Sin embargo, para los científicos, estos resultados confirman que la partogénesis en mamíferos es posible a través de la regulación de múltiples regiones de control de impronta usando técnicas de modificación genética.
Los investigadores también advierten que hace falta refinar todavía más la técnica para mejorar el ratio de éxito. Entre las posibles aplicaciones “se abren avenidas en agricultura, investigación y medicina”.
Los hallazgos también podrían derivar en una mayor comprensión de trastornos congénitos relacionados con la impronta genética humana como el síndrome de Angelman, que causa retraso en el desarrollo, problemas de habla y balance, además de discapacidad intelectual.