Leslie Pineda Ortiz es cabo de aeronáutica naval técnico electrónico de aviación. Cuenta con el curso básico de mecánica de aviación y pertenece a la Coordinadora General de Aeronáutica Naval. Es una de las 40 mujeres de la Secretaría de Marina (Semar) que se encargan de reparar las naves y de su mantenimiento.
En el contexto del Día Internacional de la Mujer, señala que la mecánica de aviación solía ser en la Marina Armada de México una carrera casi exclusiva para hombres, pero eso cambió. “Como mujeres, la Marina nos dio una oportunidad para que pudiéramos ingresar a las escuelas de formación tanto en técnico como licenciaturas, entonces a mí el mando me dio la dicha de cursar esta carreta técnica y la especialidad.
“Me incliné por esta profesión porque tengo familia militar. Mi hermano es electrónico en aviación. Mi mamá es retirada, pero fue oficinista, estuvo mucho tiempo en barcos. Mi hermano fue quien más que nada me apoyó en esto y me dijo que si me gustaba, siguiera adelante.”
Para la Semar el personal femenino constituye un pilar de gran importancia, ya que el papel de la mujer en los últimos años ha cobrado fuerza al desempeñarse en labores que antes eran exclusivas del personal masculino. Alrededor de 20 por ciento del personal de la secretaría es femenino. Fue en 2013 cuando se graduaron las primeras mujeres de la Heroica Escuela Naval Militar, como parte de la generación inaugural de Guardias Marinas.
En la actualidad hay mujeres en todas la unidades administrativas y operativas de la Semar, incluyendo las tripulaciones de barcos y aeronaves, Infantes de Marina, soldadoras, buzos, rescatistas, mecánicas y músicos, entre otros cuerpos y servicios.
“Como mecánicos de aviación brindamos a las aeronaves, helicópteros o avión, un mantenimiento preventivo para que continúen operaciones. No es difícil ni imposible. Del 20 por ciento de mujeres, las que cursamos la carrera de aviación somos alrededor de 40, entre ellas somos mecánicos, electrónicos y pilotos de aviación.
“Cuando ingresé a la carrera sólo había otra mujer, mi compañera, entre ella y yo nos apoyábamos. Había unos 80 hombres entre dos mujeres. Nunca nos hicieron a un lado, al contrario, nos apoyaban, ya cuando de plano no podíamos, ellos nos decían que siguiéramos adelante. Igual en las materias que no entendíamos le decíamos a los profesores y nos daban las asesorías necesarias”, comenta la cabo Pineda Ortiz.
Entre sus experiencias se han presentado algunas emergencias en vuelo debido a ciertas fallas, pero resalta que con el apoyo y experiencia de los mecánicos que van a bordo lograron aterrizar.
Agrega que se siente muy a gusto de realizar vuelos en ambulancias de la Semar para ayudar en el traslado de personas contagiadas de covid-19. “La mujer es muy importante en este ámbito de aviación. El mantenimiento de una aeronave es muy bonito, además es muy importante que el mando te apoye para que sigas creciendo como mujer naval. No estamos exentas de que pase una emergencia que no podamos resolver, pero en conjunto con otros compañeros y compañeras logramos solventarla”.