Las desigualdades en América Latina y el Caribe, acentuadas por la pandemia de covid-19, exponen a las mujeres jóvenes a ser víctimas de la violencia de género y abusos sexuales; a no tener acceso efectivo a la educación, al trabajo y a la participación política; a mantenerse en la pobreza y/o a padecer de forma más severa fenómenos como la migración o el cambio climático.
Éstas son algunas de las conclusiones del informe Danzar en las brumas, género y juventudes en entornos desiguales en América Latina y el Caribe, elaborado por la Unesco, El Colegio de México (Colmex) y el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), que se presentó ayer, en víspera del Día Internacional de la Mujer.
El reporte reveló que en las naciones de la región, 43 por ciento de las jóvenes se sienten pesimistas sobre el futuro, 80 por ciento realiza trabajo no remunerado y se dan 16.3 por ciento de los embarazos adolescentes del mundo.
Sobre este último punto, se detalló que en México anualmente 350 mil mujeres menores de 18 años se embarazan, casi mil al día.
“Esas mujeres están en desventaja, unas más que otras, dependiendo de la condición socioeconómica, porque no tendrán el mismo acceso a educación y a oportunidades laborales que las mujeres que se embarazan en otra etapa de su vida”, dijo Laura Flamand, coordinadora de la Red de Estudios sobre De-sigualdades del Colmex y una de las investigadoras que participaron en la elaboración del informe.
El embarazo adolescente, asienta el análisis, se da en mayor proporción en comunidades que enfrentan numerosas desigualdades. Por ejemplo, es más frecuente que se embaracen las adolescentes indígenas con acceso limitado a la educación sexual, de hogares con ingresos bajos y que residen en zonas con niveles altos de violencia, a las que no están en esas condiciones.
La situación y desigualdades se remarcaron debido al covid-19. En salud sexual y reproductiva, aseveró la especialista, se dejaron de promover servicios y atención públicos, por lo que dos de cada 10 mujeres que deseaban usar un anticonceptivo no tuvieron acceso a éstos.
En materia educativa, la pandemia generó que 114 millones de niñas, niños y adolescentes de América Latina y el Caribe dejaran de ir a la escuela de manera presencial, lo que “ha provocado un aumento de la desvinculación y ha desencadenado nuevos procesos de exclusión educativa”.
El informe documentó que conforme las mujeres tienen mayores niveles académicos, disminuye entre 30 y 50 por ciento su precariedad laboral (trabajos en la informalidad, sin contratos, con bajos salarios y sin protección laboral).
Agregó que en la región las juventudes siguen siendo las más afectadas por el problema del desempleo; en 2020, la tasa de desempleo abierto de la población de 15 a 29 años fluctuaba entre 10 y 20 por ciento, según sexo y generación.
Los casos de violencia de género en México y Colombia tienen casi 99 por ciento de impunidad, apuntó.
Los especialistas recomendaron, entre otras medidas, la urgencia de que los gobiernos cuenten con un enfoque integral que conjugue la perspectiva de género con el enfoque generacional de juventudes y la multidimensionalidad de las desigualdades.