Una tragedia doméstica, una venganza y una fábrica familiar son el eje de Hamlet, versión contemporánea del clásico de William Shakespeare, donde el personaje principal lo interpreta la actriz Irene Azuela.
El montaje, que se estrena el 18 de marzo en el teatro Milán, “no deja de lado el texto original, sino redirige las letras plasmadas por el dramaturgo inglés para construir otra Hamlet”, explicó la directora Angélica Rogel.
“En esta versión nos acercamos a la obra, pero desde la perspectiva de la tragedia doméstica familiar. Así, Dinamarca se convierte en una empresa familiar; pensamos en algo que lo sintetizara, como una figura de poder, y en este caso, en una fábrica de papel”, detalló Rogel.
Incluso, “nos preguntamos quién es Hamlet actualmente; por eso jugamos con la figura femenina Hamlet que refleja el significado de ser mujer y heredar una venganza de tu padre”.
También puntualizó: “Como mujeres, seguimos heredando un patriarcado y qué hacemos con ésto?, ¿queremos pelearlo o dejar ir? Esta última opción significaría traicionar a nuestra familia...? En la obra van a escuchar las palabras de Shakespeare, pero puestas en una actriz, lo que marca la diferencia”.
En esta propuesta, donde Hamlet no es un asunto de Estado, sino una tragedia doméstica “permean en el ambiente el dolor, la traición y la orfandad. Y la trama gira en torno a qué pasa si esta familia antes burguesa, que ha ido perdiendo su estatus, se ve envuelta en un tema de asesinato? ¿Qué pasa si la hija, que pareciera no tener nada que ver, descubre el crimen y empieza a tejer una venganza?”.
Es decir, “la esencia de la obra está presente, pues seguimos hablando del tío Claudio quien mató a su hermano y se casó con su esposa, así como de una Hamlet que se cuestiona y recibe la visita de su padre, a partir de lo cual todo empieza a trastocarse”, dijo Rogel.
Hamlet se presentará a partir del 18 de marzo en el teatro Milán, ubicado en Lucerna 64, Cuauhtémoc los viernes, sábados y domingos.