Becky Bios es sobreviviente de intento de feminicidio. Tiene 39 años, es bióloga y sicóloga de profesión e imparte clases en una escuela privada. En 2015 permaneció en coma dos semanas en un hospital luego de que su ex pareja la golpeó tras decirle que ya no quería vivir con él. Las agresiones le ocasionaron colapso pulmonar, ruptura de vesícula y un paro respiratorio. Debido a las lesiones estuvo un año en rehabilitación para caminar de nuevo. Pero no sólo eso, a casi siete años del ataque tiene secuelas físicas, emocionales, entre ellas problemas intestinales, no escucha bien y se le olvidan las cosas.
Tras sufrir el intento de feminicidio, Becky cambió su identidad por cuestiones de seguridad; actualmente ofrece pláticas a sus alumnos sobre violencia, charlas que se extendieron a redes sociales, entre ellas YouTube. Además creó y administra con activistas páginas de Facebook y Tiktok para alertar y asesorar a otras mujeres que han sido violentadas por hombres o están pasando por esta misma situación. Incluso entre sus logros está haber identificado a tres feminicidas. También brinda asesoría jurídica o acompañamiento sicológico sin fines de lucro.
En entrevista, relata que cuando se recuperó y salió de la clínica, intentó denunciar a su agresor ante la fiscalía estatal, pero no le creyeron porque su ex pareja argumentó que los habían asaltado e incluso se autolesionó la cara. “En el centro de justicia estatal me dijeron que para qué lo denunciaba si luego lo iba a perdonar y regresaría con él, pero de nada valió insistir que era una persona peligrosa”. La denuncia no prosperó y le pidieron regresar si la volvía agredir. Aún espera justicia.
En las redes sociales ha podido obtener datos importantes para dar con el paradero de tres feminicidas que por cuestiones de seguridad, agrega, no puede dar los nombres para no violar el debido proceso. Sin embargo, lamenta que en varias ocasiones han reportado sus páginas de Internet para que los agresores no sean denunciados.
La iniciativa de ayudar a otras mujeres surgió en 2016, cuando Becky Bios publicó la foto de su agresor en la web, ya que las autoridades ignoraron por completo su caso. Contactó a familiares de mujeres víctimas de agresiones, violencia de género, trata, feminicidios o desaparición forzada que han quedado en la impunidad o son invisibilizadas. La red se conforma por 70 mujeres activistas a escala nacional.
Para ella la violencia deja marcas, no decirlo deja feminicidios, por ello crearon las cuentas en las distintas plataformas digitales que son visitadas por miles de seguidores.