Moscú. Rusia advirtió ayer a los países vecinos de Ucrania del riesgo que supone acoger aviones de guerra ucranios utilizados en el conflicto entre ambos países eslavos, y denunció que el gobierno de Volodymir Zelensky destruyó evidencias de un programa de armas biológicas financiado por el Pentágono.
El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, dijo que el gobierno ruso recibió documentos que “confirman que en laboratorios biológicos ucranios, en la proximidad inmediata del territorio de Rusia, se realizaba el desarrollo de componentes de armas biológicas”, dijo Konashenkov.
Los documentos incluían “en particular la instrucción del Ministerio de Salud de Ucrania para destruir patógenos, así como los protocolos de destrucción en los laboratorios biológicos en Poltava y Jarkov”, afirmó.
Según el portavoz, durante la operación militar iniciada el pasado 24 de febrero “salieron a la luz los hechos de limpieza urgente por el régimen de Kiev del programa militar y biológico realizado en Ucrania y financiado por el Departamento de Defensa de Estados Unidos”.
“Recibimos de empleados de laboratorios biológicos ucranios documentos sobre la destrucción de emergencia el 24 de febrero de patógenos especialmente peligrosos de peste, ántrax, tularemia, cólera y otras enfermedades mortales”, enfatizó.
Konashenkov subrayó que “para evitar la divulgación de hechos de violación por parte de Estados Unidos y Ucrania del artículo 1º de la Convención de la ONU sobre la prohibición de armas bacteriológicas (biológicas) y tóxicas, el Ministerio de Salud de Ucrania envió instrucciones a todos los laboratorios biológicos para eliminar urgentemente las reservas almacenadas de patógenos peligrosos”.
Konashenkov afirmó, en otro tema, que “toda la aviación del régimen de Kiev apta para el combate fue destruida. Pero sabemos por una fuente segura que algunos aparatos ucranios volaron hacia Rumania y otros países vecinos”.
“La utilización de redes de aeródromos de estos países como base para aviones militares ucranios y su uso posterior contra las fuerzas armadas rusas podría ser considerado como una implicación de estos países en el conflicto armado”, agregó.
“Eso es pura retórica para desviar la atención de lo que está ocurriendo realmente en el terreno: civiles muertos, normas de un conflicto armado que están siendo burladas”, replicó el primer ministro rumano, Nicolae Ciuca, en una entrevista por televisión.
El gobierno ruso “ya puede intentar meternos miedo [...], no tenemos ninguna razón para sentirnos amenazados”, agregó.
Ciuca mencionó un incidente reportado por el ejército rumano el 24 de febrero, primer día de la ofensiva rusa, cuando un avión de combate ucranio fue interceptado en el espacio aéreo rumano y obligado a aterrizar en ese país. El piloto explicó que tuvo problemas técnicos a bordo, según Bucarest.
“El avión volvió a despegar (el 1º de marzo) no armado desde Rumania, justo para evitar cualquier posible acusación” por parte de Moscú, subrayó el primer ministro, al precisar que las autoridades rumanas hicieron público el incidente “con total transparencia”.
El vocero dijo que se preparaban ataques “de precisión de largo alcance” contra las fábricas de material militar ucranio y llamó a la población civil a alejarse de esas instalaciones.
En respuesta, Zelensky, calificó ese tipo de ataques como un “asesinato deliberado”, y resaltó que “cientos de miles viven cerca”.
Y mientras un funcionario ucranio citado por Ap reportó que las fuerzas rusas han incrementado sus embates sobre ciudades del centro, norte y sur del país, Zelensky indicó que ataques rusos con misiles destruyeron el aeropuerto de Vinnytsia, a 200 kilómetros al suroeste de Kiev.
El presidente de la provincia ucrania de Jarkov, Oleg Sinegubov, denunció un ataque ruso contra la torre de la televisión, hoy controlada por las fuerzas rusas, que habría dejado sin señal a toda la zona.
Las autoridades de Jarkov dijeron que igualmente fue atacado el Centro Nacional de Investigación del Instituto de Física y Tecnología, donde hay un reactor nuclear experimental.
Ayuda en Jerson
Más de 140 toneladas de carga humanitaria de Rusia fueron entregadas a la ciudad ucrania de Jersón, que está ahora bajo control ruso, informó el servicio de prensa del Ministerio de Defensa de Rusia.
“Se entregaron más de 140 toneladas de ayuda de Rusia a los residentes de la ciudad de Jerson y aldeas cercanas”, dice un comunicado.
Según el texto, la asistencia humanitaria incluyó carne y pescado enlatado, cereales, aceite vegetal, agua embotellada y otros productos de primera necesidad.