Caracas. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, y su vicepresidenta Delcy Rodríguez sostuvieron un encuentro con Juan González, principal asesor de la Casa Blanca para América Latina, y el embajador James Story, con quienes discutieron la posibilidad de aliviar las sanciones petroleras al país sudamericano, sin lograr avances importantes hacia un acuerdo en la primera reunión bilateral de alto nivel que sostienen en años, informó la agencia de noticias Reuters.
Los altos funcionarios de Estados Unidos viajaron a Venezuela antier para conversar con el gobierno de Maduro y determinar si Caracas está preparada para distanciarse de Rusia, su aliado cercano, en medio de su operación militar en Ucrania, según una persona familiarizada con el asunto.
El encuentro es parte de un intento estadunidense para aislar al presidente ruso, Vladimir Putin. Algunos analistas también ven a Venezuela, sancionada por Estados Unidos, como posible fuente alternativa de suministros de petróleo en caso de que Washington intente restringir los envíos de energía de Moscú, destacó Reuters.
Ambas partes aprovecharon la reunión de antier en Caracas para presentar lo que una de las fuentes describió como demandas “maximalistas”, que reflejan tensiones de larga data entre la principal potencia del hemisferio occidental y uno de sus mayores enemigos ideológicos.
La visita, en la que participaron altos funcionarios de la Casa Blanca y del Departamento de Estado, fue reportada por inicialmente por el New York Times.
Ninguna de las partes respondió a una solicitud de comentarios.
El gobierno de Estados Unidos ha evitado en gran medida los contactos directos con el gobierno de Maduro en los últimos años.
Los dos países rompieron relaciones diplomáticas en 2019 en medio de una campaña de sanciones y presión diplomática destinadas a expulsar del cargo a Maduro, un aliado de Putin desde hace mucho tiempo.
La administración del ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y decenas de otros países consideraron que la relección de Maduro en 2018 fue una farsa y, en cambio, reconocieron al líder opositor Juan Guaidó como “presidente legítimo” del país.
Pero Maduro se mantiene al frente del Ejecutivo y cuenta con el respaldo militar, así como de Rusia, China, Cuba e Irán.
La administración del presidente estadunidense, Joe Biden, ha insistido en que no levantará las sanciones, incluso en el vital sector petrolero venezolano, a menos que Maduro adopte medidas concretas para realizar “elecciones libres”.
Si bien las exportaciones de petróleo de Venezuela han recibido un duro golpe, las compañías petroleras y los bancos rusos han desempeñado un papel clave para ayudar a Maduro y a la estatal PDVSA a evadir las sanciones y continuar con los envíos.
Algunos comentaristas han sugerido que aliviar las sanciones a Venezuela podría proporcionar una fuente alternativa de suministro de energía global, aunque los críticos dicen que no se debe permitir que Maduro se beneficie sin cambiar su comportamiento.
El pasado 25 de febrero, el gobierno de Venezuela culpó a Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte por la crisis en Ucrania, aunque expresó “preocupación por el empeoramiento de la crisis”. Cuba y Nicaragua también han defendido la postura de Putin sobre Ucrania.
En una llamada telefónica del 1º de marzo, Putin y Maduro discutieron la situación en Ucrania y hablaron sobre aumentar una asociación estratégica entre Rusia y Venezuela, informó la agencia de noticias Interfax, que citó al Kremlin.
En este contexto, el ministro de Energía Eléctrica de Venezuela, Néstor Reverol, denunció ayer un nuevo acto de vandalismo al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) en el estado de Carabobo.
Reverol tuiteó que “mafias organizadas cometieron actos de vandalismo y sustracción de perfiles en una torre eléctrica”, y agregó que debido a esas acciones contra una torre de transmisión, se produjo su debilitamiento y caída, y lo que afectó el suministro eléctrico en las líneas 230Kva en la población de Mariara, municipio de Diego Ibarra.
Las autoridades venezolanas han denunciado en los últimos años varios ataques al sistema eléctrico por motivaciones políticas y vandalismo de bandas que sustraen material estratégico.
En 2018 y 2019 los ataques contra ese servicio provocaron graves afectaciones que repercutieron en la economía y la vida de los venezolanos, por lo que las fuerzas de seguridad intensificaron las medidas para evitar los mismos.