Washington. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, confirmó el lunes que sostuvo una reunión “cordial” con delegación de Estados Unidos y acuerda trabajar agenda de interés, al tiempo que informó que se reanuda el proceso de dialogo nacional.
“El sábado pasado llegó a Venezuela una delegación de Estados Unidos, la recibí en el palacio presidencial como he recibido en otras ocasiones a otros gobiernos del mundo. Tuvimos una reunión respetuosa, cordial, muy diplomática, entre la delegación del Gobierno de Estados Unidos y el venezolano, la hicimos en el despacho presidencial principal, ahí estaban las banderas de Estados Unidos y Venezuela y se veían bonitas, unidas como deben estar”, expresó Maduro en una alocución durante una reunión con el alto mando político, el consejo de vicepresidentes y el alto mando militar.
La Casa Blanca confirmó ayer que una delegación estadunidense sostuvo conversaciones el fin de semana en Venezuela con el gobierno del presidente Nicolás Maduro y otras autoridades, y que el suministro de energía estuvo sobre la mesa, mientras Washington busca formas de reducir sus importaciones de petróleo ruso.
"El propósito del viaje que realizaron los funcionarios de la administración fue discutir una variedad de temas que incluyen ciertamente energía, seguridad energética", declaró a periodistas la portavoz del gobierno de Joe Biden, Jen Psaki.
Agregó que la delegación también habló sobre la situación de ciudadanos estadunidenses detenidos en Venezuela, entre los cuales hay seis ejecutivos de Citgo arrestados en en 2017. Pero enfatizó que las conversaciones sobre energía y el destino de los detenidos son "conversaciones separadas".
Estados Unidos y Venezuela rompieron relaciones diplomáticas a principios de 2019, luego de que Maduro asumió un segundo mandato en elecciones cuestionadas por Washington que reconoció entonces al líder opositor Juan Guaidó, como única autoridad legítima, e impuso una batería de sanciones a Caracas para forzar la salida de Maduro.
Las medidas incluyen un embargo vigente desde abril de 2019 que impide a Venezuela negociar su crudo -que representaba 96 por ciento de los ingresos del país- en el mercado estadunidense.