La Comisión Nacional de los Derechos Humanos condenó los sucesos ocurridos el sábado en el estadio La Corregidora de Querétaro, que pusieron en riesgo la vida de niños, adolescentes, mujeres y familias.
En un pronunciamiento, el organismo anunció que “iniciará una queja de oficio para investigar y determinar las posibles responsabilidades de las autoridades involucradas y defender a las víctimas para asegurar su acceso a la justicia y a la reparación del daño”.
El organismo subrayó que, por la gravedad del hecho, éste tiene trascendencia nacional. “De acuerdo con la información que se ha difundido en los medios de comunicación, la brutalidad de lo ocurrido puso en máximo riesgo a cientos de niños, niñas, adolescentes, mujeres y hombres , adultos mayores y familias enteras que se encontraban presenciando el evento deportivo, quienes incluso tuvieron que despojarse de su ropa alusiva al equipo de su preferencia para resguardarse y evitar ser blanco de agresiones”.
La CNDH destaca que si bien las autoridades de la Federación Mexicana de Fútbol realizarán una investigación, la principal responsabilidad recae en las autoridades obligadas a garantizar la seguridad de las personas en los actos masivos tanto dentro como fuera de las instalaciones, “lo que implica intervenir para contener y detener las agresiones, preservando los derechos humanos de los involucrados”.
El organismo hizo énfasis en que si bien la propia Femexfut, los equipos de futbol y las instalaciones pertenecen a empresas privadas, “no puede perderse de vista que el Estado tiene, entre otras obligaciones, la de establecer un marco regulatorio adecuado que proteja la seguridad y los derechos humanos”.
La CNDH puntualizó que las autoridades deben supervisar el cumplimiento de las garantías de seguridad para los asistentes y vigilar que, en su caso, se garantice la reparación del daño cuando se cause alguna afectación.