Madrid. El viceprimer ministro ruso Alexander Novak advirtió este lunes que su país podría dejar de suministrar gas natural a Alemania a través del gasoducto Nord Stream 1 en respuesta “recíproca” a las sanciones impuestas por Estados Unidos y sus aliados tras la invasión rusa de Ucrania.
Novak indicó en un discurso televisado que no se ha tomado aún ninguna decisión sobre el gasoducto, que funciona “a plena capacidad”.
En cuanto al posible embargo de petróleo ruso que barajan Washington y sus aliados, Novak subrayó que esta medida tendría “consecuencias catastróficas para el mercado mundial”, al punto de que el barril se pague a más de 300 dólares.
Además, Novak aseguró que Rusia tiene opciones para redirigir el petróleo. “Si queréis rechazar los suministros energéticos de Rusia, podéis hacer lo que queráis. Estamos preparados. Sabemos a dónde podemos redirigir este volumen. La única cuestión es quién se beneficia de esto y por qué es necesario”, dijo.
Novak, nacido en la Ucrania soviética y encargado del sector de la energía en el gobierno de Vladimir Putin, advirtió que “los intentos de iniciar conversaciones sobre un embargo socavan los fundamentos del mercado, generan incertidumbre y provocan daños importantes a los consumidores”.
“Rusia ha cumplido íntegramente todas sus obligaciones hasta hoy y se han satisfecho todas las peticiones, los envíos de petróleo y de derivados se está desarrollando según lo previsto. Sin embargo, nos preocupan los debates y las declaraciones sobre la posibilidad de imponer un embargo”, señaló.
Además, Novak denunció una “gran presión” sobre los socios de Rusia, sobre los comerciantes, transportistas, bancos e instituciones financieras.
El propio canciller de Alemania, Olaf Scholz, reconoció este lunes la importancia del suministro de gas ruso. “El suministro de energía a Europa, para la generación de calor, para el transporte, para la electricidad y para la industria no se puede asegurar en este momento de ninguna otra manera”, apuntó.