La escalada que ha visto el precio internacional del petróleo, la más alta para un inicio de año desde 1985, causó que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público creara nuevos subsidios sobre los combustibles, con el objetivo de que éstos no se encarezcan más allá de la inflación. La dependencia informó de nuevos estímulos fiscales que se sumarán a una pérdida recaudatoria que antes de ellos ya se calculaba en más de 80 mil millones de pesos, prácticamente lo equivalente al presupuesto combinado de Marina, Medio Ambiente y Economía.
De acuerdo con Renuncias recaudatorias –documento en el que Hacienda delinea todos los regímenes especiales, exenciones o estímulos que implicarán una pérdida de ingresos para el fisco– se tenía contemplado que los subsidios a gasolinas sumaran 81 mil 687 millones de pesos este año, al aumentar sólo lo equivalente a la inflación respecto a lo previsto para 2021.
El año pasado la dependencia calculó que dejaría de ingresar 76 mil 19 millones de pesos –prácticamente tres veces el presupuesto que iría al programa Jóvenes Construyendo el Futuro– a cambio de controlar el costo de las gasolinas para consumidores finales; terminó cediendo 104 mil 76 millones de pesos, 36.9 por ciento más.
Desde hace año y medio, los precios de los energéticos han aumentado con la reactivación económica tras los cierres por la pandemia. La tendencia al alza se ha recrudecido en las semanas recientes debido al conflicto entre Ucrania y Rusia.
Ramsé Gutiérrez, codirector de Inversiones de Franklin Templeton México, detalló que en lo que va de 2022 el incremento en el precio del crudo promedia 45 por ciento, “un inicio de año récord” al ser el más alto desde 1985; lo cual “puede tener amplias repercusiones para la inflación, ya que el aumento del petróleo podría presionar de manera relevante” el costo de las gasolinas en los próximos días.
Hace unos días Hacienda lanzó estímulos fiscales complementarios a los que se dan a importadores y vendedores de combustibles, para que éstos lo transmitan al consumidor final. A un impuesto de 100 por ciento –que será absorbido por el gobierno federal– en gasolina Magna y diésel, de 5.49 pesos y 6.03 pesos por litro, respectivamente, se suman subsidios de 0.87 y 0.60 centavos que se darán vía acreditamientos. En el caso de la Premium, que tendrá un subsidio de 97.14 por ciento en el IEPS, no aplica el estímulo complementario. El objetivo de la medida es “que los precios al público de estos combustibles no aumenten en términos reales”.