Madres y hermanas de mujeres asesinadas y desaparecidas, así como víctimas de violencias machistas, se unieron ayer en la ex glorieta de Colón para demandar justicia, “acceso a la verdad y combatir la impunidad”. En el contexto de las actividades por el Día Internacional de la Mujer, que se conmemora el 8 de marzo, denunciaron cómo las autoridades “han sido omisas” en la investigación de sus casos y las han revictimizado.
Karen Martinely, madre de Renata –una niña de apenas 13 años, asesinada en el estado de México en 2020–, denunció que “por la omisión de las autoridades, mi hija fue víctima de feminicidio”. Explicó que meses antes de que se cometiera el crimen, su ex pareja había intentado grabar a la menor cuando se bañaba, lo que denunció ante la Fiscalía Especializada en Violencia Familiar, Sexual y de Género.
Sin embargo, fue hasta el feminicidio cuando fue capturado. Semanas después fue encontrado sin vida en su celda, expresó Karen.
“Sobreviví y estoy alzando la voz para exigir justicia. La justicia que merezco, que el Estado me debe. Han sido 20 años omisos a lo que viví”, denunció a su vez, Elisa, quien fue atacada con ácido por su ex pareja en la Ciudad de México.
Relató que en 2019 el sujeto fue detenido por el delito de violencia familiar, pero las autoridades dejaron “a un lado el ataque por el cual tengo las quemaduras”. Además, acusó que su “carpeta está desaparecida. Pido a las autoridades, al Estado, que retomen el proceso de 2001, ya que la intención de este sujeto nunca fue causarme miedo, lastimarme: quería asesinarme”.
Ayer, en la llamada Glorieta de las Mujeres que Luchan, en Paseo de la Reforma, familiares de víctimas de violencia feminicida y colectivos feministas instalaron el jardín Somos Memoria para nombrar a las participantes históricas, militantes del movimiento de 1968 y de 1971, guerrilleras, buscadoras, sobrevivientes, defensoras, entre otras.
Los colectivos renovaron la antimonumenta de madera por una de metal que colocaron en esta glorieta en septiembre del año pasado.