Chilpancingo, Gro., Alrededor de 50 ejidatarios del poblado de Cuatro Cruces, municipio de Ajuchitlán del Progreso, apoyados por policías estatales, detuvieron la tala de árboles que alrededor de 40 hombres armados efectuaban en sus tierras.
Los campesinos llegaron el viernes por la tarde, junto con los agentes estatales, al punto conocido como rancho El Naranjo y pararon los trabajos de explotación de madera que desde el miércoles pasado realizaban los sujetos sin la autorización de las autoridades competentes.
Según los inconformes, los taladores pretenden explotar en el sitio unas 500 hectáreas de árboles, muchos de los cuales tienen hasta 80 años de antigüedad; para sacar los troncos intentan abrir una brecha de cuatro kilómetros con la utilización de trascabos y otro tipo de maquinaria.
Por un momento la situación se tornó tensa, pues se generó una discusión entre ambos bandos que defendían su posición; no obstante, llegaron al acuerdo de que los madereros suspendieran las labores hasta que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente intervenga para encontrar una solución.
Los campesinos explicaron que este conflicto comenzó en abril del año pasado y acusaron tanto a las autoridades estatales como federales de hacer caso omiso a sus quejas. Asimismo, las responsabilizaron de que el conflicto pudiera derivar en un enfrentamiento porque “los madereros están fuertemente armados”.
Temen que se derrame sangre
Las autoridades ejidales demandaron el apoyo de la gobernadora morenista Evelyn Salgado Pineda en este problema, “antes de que haya derramamiento de sangre”.
Detallaron que el área afectada “es un lugar virgen, donde hay oyameles, cedros y ayacahuites, maderas preciosas que tienen más de 50 años”.
A partir de que el precio de la goma de opio bajó de manera considerable (hace unos cinco años), sobre todo en los municipios de la Sierra Madre del Sur, muchos de los lugareños han optado por explotar la madera.
En los municipios de Ajuchi-tlán del Progreso, San Miguel Totolapan, Coyuca de Catalán, Tecpan de Galeana, Atoyac de Álvarez y Heliodoro Castillo es donde prevalece esta situación, por lo que desde hace años comenzaron las inconformidades por parte de quienes quieren evitar la deforestación.