El Foro Social Mundial (FSM) se llevó a cabo por primera vez, de forma alternativa y opuesta al Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, en Porto Alegre, Brasil, en 2001. Este espacio, convocado a nivel internacional por movimientos y organizaciones sociales que luchan contra el actual sistema capitalista, ha logrado reunir a miles de personas en distintas ciudades alrededor del mundo, como Bombay, India; Caracas, Venezuela; Bamaka, Mali; Karachi, Pakistán; Nairobi, Kenia; Belem do Pará y Salvador de Bahía, Brasil; Dakar, Senegal, y Montreal, Canadá. La noticia es que del primero al 6 de mayo la Ciudad de México será de nueva cuenta su punto de encuentro.
“¡Otro mundo es posible!” Con esta consigna, el FSM se posiciona ante la grave crisis civilizatoria que padecemos, la cual ahora atenta contra la diversidad de nuestros territorios y contra nuestra dignidad, y nos obliga a pensar y actuar de manera colectiva ante toda forma de opresión –colonial, patriarcal o imperialista–, en la búsqueda por construir una sociedad y un mundo distintos, a partir de una relación justa entre los seres humanos y de éstos con la Madre Tierra.
En una conferencia de prensa convocada por el Grupo Facilitador (GF) del FSM en México, el pasado martes primero de marzo, en la que participaron delegadas y delegados de movimientos sociales de todo el mundo, se compartieron los objetivos y ejes transversales y movilizadores, así como las propuestas para fortalecer nuestras resistencias y hacerlas más efectivas, rumbo a los espacios híbridos, es decir, los componentes presenciales y virtuales que contempla este foro.
Teniendo en cuenta que el contexto en el momento histórico actual, agravado por la pandemia de covid-19, representa un obstáculo para la convergencia y una mejor articulación de los movimientos sociales, los objetivos planteados para este año son, por tanto, que el FSM sea un proceso permanente con impacto global, que logre una mayor articulación de visiones, iniciativas y compromisos; que potencie, además, desde la acción, la unidad, plasmada en agendas globales comunes, tanto coyunturales como de largo plazo, y que las agendas alcancen una eficaz incidencia emancipadora y contrahegemónica, que fortalezca sus capacidades para lograrla.
Que el foro también avance en construir un sujeto global, a partir de un tejido de alianzas y articulaciones que se traduzcan en verdaderas acciones emancipadoras. Será a partir de las convergencias de las luchas y movimientos sociales desde nuestros pueblos, comunidades y organizaciones, como de las organizaciones de mujeres, personas LBGT, indígenas, afrodescendientes y demás grupos de población vulnerados, que se buscará movilizar, dialogar y articular, para hacer frente a las problemáticas estructurales que vivimos en nuestros territorios.
El FSM plantea como ejes transversales luchar contra el imperialismo, el capitalismo, la dominación del Estado, el patriarcado y el racismo, en defensa de la vida, la democracia, la autonomía y la autodeterminación de los pueblos. Y como movilizadores, el arte y la cultura; la comunicación, como disputa de nuevas narrativas, y la soberanía digital; la construcción de paz; el desarme y las estrategias frente a las guerras; la violencia estructural y la migración; la defensa de la vida y de los territorios, frente a la crisis civilizatoria y el ecocidio en el planeta; la ocupación y el despojo; la agroecología; el derecho a la ciudad; la salud y la justicia climática; la democracia y la participación política, y la construcción de ciudadanías globales críticas y autónomas.
Así como las economías emancipadoras, el trabajo y las personas trabajadoras, y la lucha contra el sistema de la deuda y la justicia socioeconómica; la educación y las pedagogías emancipadoras, la democratización del conocimiento, y la ciencia y la tecnología al servicio de los pueblos.
También los espacios para la articulación de los movimientos globales y las facilitaciones y el futuro del FSM; la lucha contra el patriarcado y las heteronormatividades, claves desde las mujeres; feminismos y disidencias sexuales; pueblos originarios, indígenas, grupos ancestrales y afrodescendientes; la autodeterminación de los pueblos y la lucha contra el racismo.
Los retos que presenta este FSM son realmente trascendentales. Las pautas propuestas para el desarrollo de contraposiciones y formas de acción común, tomando en cuenta las diversas realidades en distintas geografías, sólo serán alcanzables a partir de un trabajo constante, un diálogo y reconocimiento de las necesidades presentes, y una lucha conjunta por la defensa de los derechos humanos y la construcción de paz.
El foro convoca a las organizaciones de tipo popular y social de la sociedad civil a sumarse a los diálogos y construcciones de este otro mundo posible, de este sujeto global que vea de frente todas las luchas alcanzables, los anhelos y las esperanzas. Para conocer más del FSM y sus convocatorias, pueden consultar su sitio web https://wsf2022.org/.