Ciudad de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador celebró que el dueño de Grupo Carso, Carlos Slim, “haya salido en defensa de la institución y la investidura presidencial” frente a la campaña de ataques orquestados en contra de su gobierno por una parte del empresariado.
“A mí no me impuso la cúpula económica, como era antes, no me pusieron los medios, soy un Presidente legal y legítimamente electo por el pueblo”, resaltó en su conferencia mañanera, en la que se le preguntó su opinión sobre lo declarado por Slim el pasado miércoles, en el sentido de que la confrontación entre parte de la iniciativa privada con el gobierno actual es “una estupidez”, ya que hace daño a las empresas y a todos, y lo que se debe hacer es trabajar juntos.
Comentó que “Slim entiende esto porque es institucional”, pero no es el caso de algunos empresarios, “como Claudio X. González y los ex presidentes Fox y Calderón, que están dedicados a atacarnos”.
Agradeció no sólo el discurso de Slim, sino su relación con él, “que es buena”. Aclaró que al dueño de Grupo Carso “no le estamos condonando impuestos, nada. La mayoría de los empresarios han entendido que son tiempos nuevos y actúan de forma responsable”.
Durante la conferencia se le preguntó en torno al caso de la cantante Belinda, a quien se considera cercana a su proyecto, y señaló que no van a ir contra ella, como hacían gobiernos pasados, que perseguían y encarcelaban a artistas famosos para “aparentar que se estaba combatiendo la evasión fiscal y a los de mero arriba no se les tocaba. Entregaban a sus allegados empresas, bancos y minas”, además de permitirles evadir obligaciones tributarias.
Eso se acabó, dijo, la cantante Belinda seguirá su juicio contra del Sistema de Administración Tributaria (SAT) por adeudos fiscales, sin privilegios para nadie. Recordó que Claudio X. González perdió ya un recurso que interpuso desde el sexenio de Peña Nieto, pero se niega a pagar el adeudo tributario y está muy enojado porque se acabó el mecanismo de condonar impuestos.
Aludió también al periodista que llevó a cabo la investigación sobre la casa rentada en Houston por su hijo José Ramón, quien recién declaró que nunca habló de conflicto de intereses, “pero miren cuándo viene a declararlo, después de un mes de golpeteo, con la máxima del hampa del periodismo, de que la calumnia cuando no mancha, tizna”.