Washington. Estados Unidos puede seguir expulsando de manera inmediata a las familias migrantes solicitantes de asilo al cruzar la frontera de México, pero debe evitar enviarlas a cualquier lugar donde puedan ser perseguidas o torturadas, dictaminó ayer un tribunal federal de apelaciones.
El fallo mantiene en gran medida las restricciones puestas en marcha por el gobierno del expresidente republicano Donald Trump, con el objetivo de prevenir la propagación del covid-19, pese a que se han levantado otras prohibiciones relacionadas con el coronavirus.
Sin embargo, la emisora CNN informó que el juez federal de Texas, Mark Pittman, falló en contra de exentar a los niños mirgrantes no acompañados, como se hizo en los tiempos de Trump. En referencia a Biden, el juez escribió en su fallo: “El presidente ha exceptuado (de manera arbitraria) de los procedimientos del Título 42 a los menores extranjeros no acompañados que dan positivo a covid-19, pero el propósito era prevenir la propagación del virus. Como resultado, los estados fronterizos, como Texas, son ahora los que más sufren las consecuencias”.
Un grupo de indocumentados afectados, representados por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por su sigla en inglés) y otras organizaciones civiles, apelaron contra la política de expulsión Título 42.
Argumentaron que dichas acciones eran ilegales, pero el panel de jueces del tribunal de apelaciones no estuvo de acuerdo, al considerar que los inmigrantes amparados “no tienen derecho a estar en Estados Unidos, y el Ejecutivo puede expulsarlos inmediatamente”.
El tribunal añadió, sin embargo, que “no puede expulsar a los extranjeros a un país en el que su vida o libertad se vería amenazada por su raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social determinado u opinión política o a un lugar en el que probablemente serán torturados”.
Biden ha luchado por mantener la orden del Título 42, emitida en marzo de 2020 por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
Muchos demócratas, expertos en salud y defensores de los inmigrantes se oponen a ella, pues argumentan que corta ilegalmente el acceso al asilo y no está respaldada por pruebas científicas.
Las cifras de detenciones en la frontera se dispararon hasta alcanzar récords en 2021 durante el primer año de mandato de Biden y podrían aumentar más, dijeron autoridades a Reuters en enero.
Un juez federal dictaminó en septiembre pasado que la política del Título 42 no podía aplicarse a las familias, pero el gobierno de Biden apeló esa decisión. Al principio de su presidencia, Biden eximió a los niños no acompañados de la política de expulsión.
Desde enero de 2020, más de un millón de migrantes han sido expulsados en virtud de la orden. Muchos de ellos han sido personas que han cruzado la frontera más de una vez.
La noche del jueves, y al grito de “Ni una deportación más”, cientos de manifestantes salieron a las calles de Washington y una veintena de ciudades en Estados Unidos para pedir al presidente Joe Biden que cierre los centros de detención de migrantes y ponga fin a las expulsiones.