Buenos Aires. Los bonos soberanos argentinos se hundían ayer, en medio de una marcada aversión al riesgo global, pese al anuncio de que el país alcanzó un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para restructurar unos 45 mil millones de dólares, lo que aleja las presiones sobre los próximos vencimientos.
El pacto alcanzado con el organismo internacional de crédito deberá ser tratado en el Congreso argentino para su aprobación la semana entrante, en medio de discrepancias dentro del oficialismo, y luego ser transferido al directorio del FMI.
Deuda de 45 mil mdd a pagarse a 10 años
“El nuevo acuerdo, si bien necesario, no es suficiente para que Argentina vuelva a crecer. Los obstáculos estructurales al crecimiento económico van más allá de lo financiero de corto plazo, tienen que ver con la falta de rentabilidad y de reglas de juego claras y estables”, opinó Eugenio Marí de la Fundación Libertad y Progreso.
El convenio reciente establece que el periodo de pago será por 10 años, con un periodo de gracia de cuatro años y medio, por lo que el país comenzará a pagar la deuda en 2026 y terminará en 2036, si se cumple lo pactado.
“Nuestro gobierno no está sumando un solo dólar de deuda. Lo que hacemos es refinanciar esos vencimientos ganando tiempo”, dijo el ministro de Economía, Martín Guzmán.
El riesgo país argentino elaborado por el banco JP Morgan se disparó 68 puntos base, a mil 928 unidades, acercándose a su máximo histórico de mil 969 unidades anotado a finales de enero. Los bonos soberanos en el segmento extrabursátil perdían un fuerte 1.8 por ciento en promedio, encabezados por las emisiones dolarizadas de mayor liquidez.
El documento referencial Bonar 2030 caía un 2.6 por ciento y acumulaba más de 5 por ciento semanal.
Los temores sobre el futuro de la economía argentina se suman a una fuerte aversión al riesgo producto de la situación en Ucrania, que desestabilizó la economía mundial.