Las gradas, pasillos y túneles de acceso al estadio Corregidora fueron escenario de una batalla campal entre aficionados de los Gallos Blancos y de los rojinegros del Atlas con un saldo preliminar de 22 personas heridas, dos de ellas de gravedad, y hasta el cierre de esta edición sin el registro de alguna persona fallecida, según autoridades estatales.
Familias atemorizadas, corriendo en desbandada hacia el campo de fútbol; padres intentando proteger a sus hijos, jóvenes golpeados, liados a golpes o aventando cualquier tipo de objetos, fue el resultado del partido que fue suspendido en el minuto 62.
La coordinación estatal de Protección civil dio a conocer al filo de las 21:30 horas del sábado que no tenía ningún reporte de personas fallecidas. De las 22 personas lesionadas, nueve se encontraban en el Hospital General, de las cuales, dos estaban graves.
Durante y posterior a la trifulca que inició en los pasillos de la zona sur del estadio, en las redes sociales circularon distintas imágenes y videos de personas lesionadas o que estaban tiradas inmóviles sobre distintos puntos que daban cuenta de la dimensión del enfrentamiento en un recinto con capacidad para 34 mil personas.
En el segundo tiempo, cuando el marcador registraba un gol a favor de Atlas y cero para Gallos Blancos, una trifulca entre aficionados de ambos equipos inició en los pasillos de la zona sur que se extendió hacia distintos puntos que provocó que la multitud corriera hacia el campo.
Inicialmente la medida de ingresar a la cancha era porque los aficionados que no estaban relacionado con el enfrentamiento se protegieran y no fueran alcanzados por la turba de personas que se liaba a golpes en distintos puntos del estadio, pero en cuestión de segundos todo cambió, pues mientras la multitud corría, el caos se trasladó en ese punto al llegar al lugar personas en riña.
Algunos jugadores, trataban de calmar los ánimos, pero sus intenciones se diluyeron en el alboroto. El portero del Querétaro, Washington Aguirre, hacía ademanes para que se tranquilizaran los ánimos, pero los aficionados le seguían para pedir fotos como si se tratara de una festividad y no de una emergencia por la violencia.
Mientras las transmisiones televisivas y de radio continuaban, algunos aficionados de equipos rivales se enfrentaban a golpes. No se distinguía la presencia de la seguridad privada en el estadio, tampoco que ingresaran elementos de seguridad pública. En el minuto 62 fue suspendido el partido.
Ya suspendido el partido, algunos asistentes, aunque no participaron en el conflicto continuaban en busca de refugio, mientras eran alcanzados por la trifulca. Los adultos intentaban proteger a niños, mientras que los jugadores de ambos equipos se trasladaron al área de vestidores, punto donde también se resguardaron algunos de los aficionados.
Aunque el aforo del estadio estaba al 80 por ciento de su capacidad total, las principales salidas se colapsaron en la búsqueda de los aficionados de huir del lugar.
En distintos grupos de WhatsApp algunos aficionados compartieron imágenes y videos donde se observan las personas lesionadas, en algunos casos sin playera o despojada de la ropa. Sobre la explanada del estadio fueron atendidas y trasladadas en ambulancias para recibir atención médica.
Desde las 18:30 horas que fue suspendido el partido y mientras circulaban imágenes y videos en redes sociales de personas lesionadas y de los enfrentamientos, también surgieron los rumores con versiones que había desde siete hasta 27 personas fallecidas. Tres horas después, protección civil del gobierno estatal oficialmente indicó que no tenía reportes de muertes derivadas de la trifulca.
El gobernador del estado, Mauricio Kuri González que oficialmente inició este sábado una gira de ocho días por Europa con la finalidad de atraer inversiones en materia automotriz, alimentos y energía para la entidad, anunció a través de su cuenta de twitter que la empresa propietaria de Gallos Blancos e “instituciones” deberán responder por lo sucedido la noche del sábado en el estadio.
También reveló que se dirigía hacia Querétaro tras posponer su salida hacia España y Suiza y anunció que dio instrucciones para que “se aplique la ley con todas sus consecuencias”, mientras que el presidente de las Liga MX, Mikel Arriola también anunció que se “castigará ejemplarmente a los responsables por la ausencia de seguridad en el estadio”.
En un comunicado el club Atlas, solicitó a la Liga y a la FMF investigar sobre lo sucedido para deslindar responsabilidades entre quienes resulten involucrados de la trifulca.