A 12 años de su estreno, la obra Horas de gracia, escrita por el dramaturgo mexicano Juan Tovar (1941-2019), de nueva cuenta se pone en escena “basada, íntegramente, en el texto original”.
El montaje, que forma parte de su teatro llamado antihistórico, tendrá una temporada de 10 funciones en el recién remodelado teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque (CCB), las cuales comenzaron ayer.
Horas de gracia gira en torno al onírico encuentro entre Agustín de Iturbide y Antonio López de Santa Anna. El título de la obra proviene de las últimas horas que le fueron concedidas a Iturbide antes de ser fusilado.
En el imaginado diálogo con López de Santa Anna, Iturbide rememora sus vicisitudes tanto militares como políticas, hasta convertirse en la figura que consumó el movimiento independentista.
En 2010, la obra se estrenó con dirección de José Caballero y actores de la Compañía Nacional de Teatro (CNT), versión a la que se integraron otros textos de Tovar.
En esta ocasión, la puesta en escena, con otro grupo de actores de la CNT, se basa en el texto original del dramaturgo con la idea de acercar a las nuevas generaciones de jóvenes a una reflexión irónica y crítica de nuestro pasado histórico, comentó Daniela Parra, directora del montaje, en charla con La Jornada.
Juan Tovar retrata a Iturbide como ser humano, padre, hijo, esposo, amigo y colega, con defectos y virtudes, errores y aciertos, así como las consecuencias de éstos, explicó la creadora escénica. “Iturbide reflexiona sobre su historia”.
Aquí, López de Santa Anna es el personaje que de cierta manera “critica los errores de Iturbide, para no cometerlos él mismo, durante su intermitente dictadura. López de Santa Anna representa el cambio ideológico de todo el país”.
De acuerdo con Parra, “Iturbide era un idealista que consideraba muy difícil saltar de una monarquía extranjera a una República; por eso decidió establecer una monarquía constitucional. Mientras Santa Anna ya operaba en el contexto de un país muy joven llamado México, en el que ya se hablaba de un Congreso, de una República y de lo que debe ser el comercio. Santa Anna comienza a tener otra visión del país, los elementos fundacionales de lo que en la actualidad vivimos como mexicanos”.
Ambos “son hombres con poder, con sueños imperiales, arquetipos de la vida nacional de nuestros héroes, nuestros villanos y el mestizaje”.
Sobre esos personajes históricos, Juan Tovar comentó en su momento: “Uno de los dos Napoleones, surgidos de la Independencia, tiene un cierto aire de figura trágica; el otro es un pícaro. De los dos no se hace uno, pero acaso el diálogo entre ambos nos permita aclarar en algo el destino nacional que hoy vivimos”.
Horas de gracias, destacó Daniela Parra, es una obra llena de ironía, con un ácido y agudo sentido del humor.
En torno al onírico diálogo y encuentro de los protagonistas, aparecen también otras figuras históricas: Josefa Ortiz y su esposo, el Corregidor, Miguel Domínguez; Félix María Calleja; Miguel Hidalgo; Ignacio Allende; María Ignacia Rodríguez La Güera Rodríguez, así como los fantasmas de Guadalupe Victoria, Nicolás Bravo y Anastasio Bustamante, entre otros.
Horas de gracia se escenifica como un homenaje póstumo al dramaturgo Juan Tovar, con integrantes del elenco de la CNT y funciones jueves y viernes a las 20 horas, sábados a las 19 y domingos a las 18 horas, en el teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque. Concluye temporada el 20 de marzo.