El algodón de México –centro de origen y diversidad– está contaminado con transgenes de manera irreversible. Tras décadas de usar semillas transgénicas de este producto, la diversidad que se heredará a las siguientes generaciones fue modificada por las autorizaciones que se dieron sin que se consultara a las comunidades, sostuvo Ana Wegier, del Instituto de Biología de la UNAM, luego de que el miércoles la Suprema Corte de Justicia de la Nación ratificó la prohibición de un cultivo experimental a Monsanto y la trasnacional se desistió del juicio.
“Autorizar variedades nuevas de algodón modificado genéticamente en el país, sin analizar las consecuencias de 25 años de tomar decisiones sin información, sería un grave error que aplaudo se deje de cometer”, agregó en entrevista. Precisó que México ya perdió 100 por ciento de la semilla original de algodón comercial y por eso los productores creen que dependen de esa empresa, “pero en el mundo hay muchas variedades no transgénicas que se podrían sembrar”.
Las empresas ahora “alegan que la semilla ya no les sirve, que se necesita otra con más y nuevas modificaciones, sin ninguna preocupación, interés o valoración por el país, por lo que me parece muy bien que la SCJN sí lo viera, y aunque la trasnacional, al ver la sentencia supo que perdería y se retiró, sí quedó un precedente”.
Explicó que el país “ha invertido mucho a fin de contar con información para tomar decisiones sobre las liberaciones de cultivos transgénicos en su centro de origen y diversidad”.
Destacó que hoy ya se conoce sobre la distribución de la especie del algodón silvestre, escalpada, variedades nativas, hasta los efectos ecológicos y evolutivos que causaron que las plantas transgénicas se cruzaran con las silvestres, y todo está publicado en revistas científicas prestigiadas.
Agregó que también se sabe que cada una de las modificaciones del algodón transgénico tiene efectos distintos sobre la diversidad, además se van acumulando los efectos y los transgenes. Sumado a ello, dijo, la consulta, que no se ha dado, es un derecho fundamental para los pueblos indígenas.