Durante 2020, México retrocedió de manera importante en diversos indicadores de su democracia, particularmente por los efectos que tuvo la pandemia en lo que se considera como democracia económica y democracia social, ubicándose en el nivel más bajo de los 11 años que se ha elaborado el Índice de Desarrollo Democrático a cargo de diversas fundaciones e instituciones que incluyen la participación del Instituto Nacional Electoral. En el desagregado por estado, prácticamente todas descendieron en estos parámetros.
De acuerdo con el informe elaborado por la Fundación Konrad Adenauer en México, Polilat, la Confederación USEM y el Centro de Estudios Políticos y Sociales, con el apoyo del Instituto Nacional Electoral y la cooperación académica de El Colegio de México, Jorge Arias, coordinador de la investigación, dijo que en términos generales la pandemia representó en el mundo un gran desafío por el impacto económico y social que tuvo.
En el caso mexicano, de acuerdo con diversos indicadores sobre el desarrollo económico y su repercusiones en diversos estratos sociales, las condiciones de pobreza resintieron los efectos de la pandemia. Y si bien no fue el único factor que incidió en el deterioro de la democracia mexicana, entendida en el estudio en un aspecto amplio, fue un elemento importante.
En su intervención, el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, alertó sobre el retroceso en el IDD porque no solamente fue el efecto de la pandemia, sino el deterioro asociado en términos económicos, mayor pobreza, desigualdad, además de la inseguridad y persistencia de la corrupción en México, y la impunidad.
Córdova consideró preocupante que los resultados del IDD-Mex 2021 “reiteran el retroceso observado este año en el agregado nacional”, ya que sólo siete entidades, es decir, poco menos de una cuarta parte de las demarcaciones político-administrativas mejoraron su puntuación en el índice, respecto del año previo. Asimismo, sólo dos entidades (Yucatán e Hidalgo) calificaron con nivel de desarrollo alto.