El ex accionista principal de Ficrea, Rafael Antonio Olvera Amezcua, quedó sujeto a prisión preventiva justificada y será hasta el próximo lunes cuando se defina su situación jurídica.
El juez de control del Reclusorio Sur de la Ciudad de México, Felipe de Jesús Delgadillo Padierna, ordenó que el empresario quedara privado de su libertad, debido a que no comprobó tener un domicilio fijo, cuenta con acceso a recursos económicos y existe un alto riesgo de que busque evadir la acción de la justicia.
La audiencia inicial del acusado por defraudación fiscal comenzó la noche del miércoles, pero fue suspendida la madrugada del jueves cuando sus abogados solicitaron la duplicidad del término constitucional, para estudiar en su totalidad la carpeta de investigación judicializada por la Fiscalía General de la República (FGR).
Durante la audiencia, el Ministerio Público Federal informó al juez su intención de acusar formalmente al empresario por omitir el pago del impuesto sobre la renta, por 185 millones 41 mil 280 pesos, correspondientes al ejercicio fiscal de 2013.
Las autoridades hacendarias comprobaron que durante ese año el empresario tuvo ingresos por más de 627 millones 75 mil pesos, pero únicamente declaró al fisco 10 millones 270 mil.
Olvera Amezcua deberá enfrentar también otros cargos por defraudar a más de 6 mil ahorradores de Ficrea, empresa que se declaró en quiebra hace más de ocho años, causando daños en el patrimonio de quienes depositaron ahí su dinero, la mayoría de ellos adultos mayores.
Por estos delitos se calcula que obtuvo más de 7 mil millones de dólares, por lo que enfrenta otras seis órdenes de aprehensión libradas desde 2014.
El empresario fue extraditado desde Estados Unidos el miércoles pasado y presentado de inmediato ante el juez de control.