Ciudad de México. México expresó este viernes en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas su preocupación por los ataques rusos a instalaciones civiles en Ucrania, y en particular por el incendio en la planta nuclear de Zaporizhzhia.
Al intervenir en una sesión celebrada este viernes en la sede de las Organización de las Naciones Unidas en Nueva York, el país -que es miembro no permanente del Consejo- reiteró además su respaldo al llamado del secretario general de la ONU, António Guterres la ONU, para un cese al fuego inmediato que permita dar paso a la urgente acción humanitaria.
El representante permanente de México ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente, dijo que este es el objetivo que persiguen México y Francia en un proyecto de resolución que presentaron al Consejo sobre asistencia humanitaria para la población civil afectada, según información de la Misión Permanente de México en la ONU.
Sobre la preocupación mexicana por el incidente en la planta nuclear de Zaporizhzhia, incendiada tras un ataque ruso, según han dado a conocer funcionarios ucranios, De la Fuente dijo que si bien la información dada a conocer en al Consejo de Seguridad indica que los reactores nucleares no fueron afectados y que los niveles de radiación no se han incrementado, “esto no disminuye la gravedad del incidente ni las posibles consecuencias que se derivarían en caso de una afectación mayor”.
México señaló que el disparo de proyectiles contra o en las inmediaciones de una central nuclear viola el principio fundamental relativo a la integridad física de las instalaciones nucleares, que deben mantenerse seguras en todo momento y ante cualquier circunstancia.
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En 2009 la Conferencia General del Organismo Internacional de Energía Atómica adoptó por unanimidad la decisión de reafirmar las resoluciones de 1985 y 1990 en las que se establece explícitamente que “cualquier ataque o amenaza contra instalaciones nucleares con fines pacíficos constituye una violación a los principios de la Carta de las Naciones Unidas y al derecho internacional”.
De la Fuente dijo que también hay preocupación en relación a la planta nuclear de Chernóbil. “Cualquier incidente en esas dos plantas o en cualquier otra puede tener graves repercusiones tanto en la salud como en el medioambiente”.
Si a poco más de una semana del inicio del conflicto hay ya más de 1.2 millones de refugiados, las consecuencias humanitarias adicionales de un accidente radiológico que libere material radioactivo serían tan graves que resulta imperativo tomar todas las medidas preventivas que estén a nuestro alcance para evitarlo.
“No se justifican las acciones militares en estos sitios. Son instalaciones nucleares claramente identificadas. Atacarlas está expresamente prohibido por el derecho internacional humanitario. La seguridad física de las instalaciones nucleares debe salvaguardarse siempre, así como los elementos que garanticen la seguridad de dichas instalaciones”.
De la Fuente dijo que México apoya la iniciativa presentada al Consejo por Emiratos Árabes Unidos para que las partes cumplan cabalmente sus compromisos en materia de seguridad en dichas instalaciones.
“El incidente de Zaporizhzhia se suma a una lista creciente de ataques directos o colaterales en contra de la infraestructura civil. El derecho internacional, el derecho internacional humanitario y las convenciones sobre seguridad física nuclear deben respetarse sin excepción”.
Hizo un llamado a que las acciones militares de Rusia en territorio ucraniano se apeguen a dichas convenciones y al principio de proporcionalidad de las acciones que afectan la infraestructura civil, en particular las instalaciones nucleares y los equipos y materiales radioactivos.