Buenos Aires. Argentina cerró ayer un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar su deuda de 45 mil millones de dólares, mediante un nuevo convenio crediticio que será sometido al análisis del Congreso y después debe ser ratificado por el directorio del organismo internacional.
Al cabo de año y medio de arduas negociaciones, el gobierno argentino anunció ayer que envío al Poder Legislativo el acuerdo alcanzado con el FMI.
“El nuevo programa busca que prevalezcan las condiciones de estabilidad necesarias para abordar los desafíos estructurales existentes y fortalecer las bases para un crecimiento sostenible e inclusivo en el país”, señaló en un comunicado el Ministerio de Economía de la nación sudamericana que sufre una inflación anual de más de 50 por ciento, una de las más altas del mundo.
La entidad financiera aclaró que el convenio está sujeto a la aprobación del directorio, una vez que el Congreso argentino lo haya avalado. El acuerdo preliminar fue anunciado por el presidente Alberto Fernández el 28 de enero.
El convenio conocido “de facilidades extendidas” incluye 10 revisiones trimestrales durante 2 años y medio. Cuando se apruebe, permitirá reprogramar los abultados vencimientos que enfrenta Argentina: 19 mil millones de dólares previstos este año y otros 20 mil millones en 2023, un horizonte que el gobierno de Alberto Fernández considera imposible de cumplir.
“El primer desembolso se realizará luego de la aprobación por parte del directorio del FMI. El resto se hará luego de completarse cada revisión”, indicó el ministerio, al explicar que el periodo de repago es de 10 años, con una gracia de cuatro años y medio, por lo que la deuda deberá cancelarse entre 2026 y 2034.
Bajo este panorama, Buenos Aires se compromete con su acreedor a reducir su déficit fiscal de 3 por ciento del PIB actual a 0.9 por ciento en 2024.
Uno de los puntos más difíciles en la negociación fue la eliminación de los subsidios a las tarifas de los servicios públicos, especialmente del gas y la electricidad, que se hará de manera proporcional por niveles de ingreso económico, según la vocera presidencial, Gabriela Cerruti.
Ilan Goldfajn, director para las Américas del FMI, declaró que está confiado en el éxito del acuerdo “porque se basa en metas realistas. Tiene un enfoque pragmático y se trata de un programa que le pertenece a las autoridades. Es una propuesta que puede cumplirse, es realista, y producto del aprendizaje de experiencias anteriores”, indicó el representante de la financiera en una rueda de prensa en Washington.
Aunque el gobierno ha insistido en que el programa con el Fondo Monetario no afectará la obra pública ni implicará una reforma laboral o de las pensiones y jubilaciones, los argentinos desconfían de las recetas del FMI, organismo con el cual este país ha suscrito unos 20 planes desde el regreso de la democracia en 1983.
El mismo Fernández ha sido muy crítico de esa entidad crediticia y esta semana recordó ante el Congreso que se mantiene una investigación judicial sobre el acuerdo de 2018, que apunta al ex mandatario liberal Mauricio Macri.
El Congreso, donde el oficialismo no tiene mayoría, comenzará a debatir el nuevo entendimiento a partir del lunes y el Ejecutivo espera que se apruebe este mes, cuando hay un vencimiento de capital por unos 2 mil 900 millones de dólares.
En otro asunto que causó conmoción en el país, seis jóvenes de entre 20 y 24 años fueron detenidos en Buenos Aires acusados de violar en grupo a una joven el pasado lunes en Palermo de la capital argentina, informó el Ministerio Público.
Una panadera que trabaja en ese barrio percibió algo sospechoso en un automóvil estacionado en las inmediaciones y al acercarse constató que una mujer estaba siendo ultrajada por varios hombres y avisó a la policía.