Madrid. En un nuevo acto de homenaje póstumo, el gobierno español, presidido por el socialista Pedro Sánchez, aprobó en el Consejo de Ministros el cambio de nombre de la mítica estación de trenes de Madrid, que a partir de ahora se llamará Puerta de Atocha-Almudena Grandes.
La escritora madrileña, fallecida el pasado 27 de noviembre, de cáncer, también fue nombrada recientemente hija predilecta de Madrid, después de una resolución en la Asamblea de Madrid y a propuesta del gobierno local, del derechista Partido Popular (PP).
El nombre de Almudena Grandes será recordado de múltiples maneras en España, pero sobre todo en Madrid, la misma que convirtió en el escenario de muchas de sus novelas.
En un gesto que también pretende reivindicar a los personajes femeninos tradicionalmente ignorados por la historia, el gobierno español cambiará los nombres de numerosas estaciones de tren del país.
Si bien en el caso de Madrid, y al tratarse de la estación de Atocha, que pasará a la historia española por haber sufrido el peor atentado en su historia, el 11 de marzo de 2004, cuando un comando integrista islamista diseminó en varios vagones de tren y en la propia central ferroviaria bombas explosivas que provocaron una matanza histórica, con 202 muertos y más de 2 mil heridos.
Homenaje, calle y placa
Al formar parte de la historia de la ciudad, la Estación Puerta de Atocha no cambiará su nombre original, simplemente se añadirá el de Almudena Grandes.
Como de la misma manera se hará con la estación de Chamartín, que ahora también será de Clara Campoamor, escritora y política madrileña de principios del siglo XX.
Almudena Grandes también recibirá a lo largo del año un homenaje público, se dará su nombre a una calle de la capital española y se pondrá una placa en su casa, para recordar que ahí vivió la novelista madrileña.
Su viudo, el poeta Luis García Montero, se refirió al asunto en sus redes sociales, al apuntar: “Querida Almudena, oigo a la ministra de Transportes decir que la estación de Atocha se llamará Puerta de Atocha-Almudena Grandes. Es una emoción que los trenes, como nuestros recuerdos, sepan cuál es su punto de partida y de llegada”.
