El camino del feminismo, la literatura y la enseñanza perdieron a Francesca Gargallo, quien falleció ayer a los 65 años. Su bibliografía estuvo dedicada a la búsqueda de la buena vida para las mujeres en diversos lugares del mundo; desde el amor por las artes plásticas, como narradora de personajes ajenos a la misoginia y viajera que buscó el valor de los pasos de sus congéneres.
“Escritora, caminante, madre de Helena, partícipe de redes de amigas y amigos”, así se describe en su blog. Italiana de nacimiento, Francesca Isabella Gargallo di Castel Lentini Celentani nació en Siracusa, en la región de Sicilia, el 25 de noviembre en 1956. Radicó en México desde 1979.
La Universidad Autónoma de la Ciudad de México fue una de las instituciones que informó del fallecimiento de la activista, editora y fundadora de las licenciaturas de filosofía e historia de las ideas y creación literaria en esa casa de estudios.
La amistad entre mujeres es una actitud revolucionaria, fue el título de uno de sus últimos textos en su blog personal en mayo de 2021. Unos meses después se difundió en redes sociales una convocatoria para pedir apoyo, pues fue sometida a una cirugía y requería permanecer internada.
Los pasos de Francesca Gargallo cruzaron por Abya Yala, para buscar feminismos no occidentales, soñar con un mundo más justo, luchar por la despatriarcalización y descolonización de América. Expuso que “el diálogo entre feministas de pueblos (y, por ende, de construcciones sociales del sexo) diferentes en América apunta precisamente a la creación de una alternativa a un feminismo inconsciente de su adscripción al colonialismo occidental, en el horizonte de un presente donde nadie se quede sin realidad”. A este tema dedicó uno de sus libros más conocidos, Feminismos desde Abya Yala (2012).
Estudió filosofía en la Universidad de Roma La Sapienza, donde se tituló con mención honorífica con una tesis que exploró el trabajo del historiador francés Agustin Thierry. Estudió la maestría y el doctorado en Estudios Latinoamericanos en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Su trabajo académico se enfocó en la historia de las ideas feministas, con el propósito de la construcción de una acción política entre mujeres y las reacciones en la academia, el mundo político y la vida cotidiana.
En el campo de la narrativa publicó nueve novelas, cuatro poemarios y seis libros de cuento, cuatro de ellos para el público infantil. Además de gran número de ensayos en los que reflexionó sobre el feminismo en América Latina, así como de estética, crítica literaria y artes visuales.
Publicó su primer libro en 1980 con el género del cuento con el título Le tre Elene, y debutó como novelista en 1986 con Días sin Casura, “un recorrido por un tiempo incierto en que se mezclan la revolución nicaragüense, la infancia, fantasmas y amores perdidos”. Un desierto desconocido, con huellas entre la arena, ilustran la portada de Al paso de los días, su última novela, que publicó en 2013. Otras son Estar en el mundo, Marcha seca y La decisión del capitán.
Formó parte del consejo editorial de las publicaciones Cuadernos Americanos. Fue colaboradora en otros medios, entre ellos las revistas Blanco móvil, Proceso y el portal Desinformémonos.