Bucarest, Rum. El avión en el que esta noche (tiempo de la Ciudad de México) serán repatriados desde Rumania los mexicanos que huyeron de la guerra, también transportará a 10 ecuatorianos y un peruano.
Esto se da después de negociaciones de las cancillerías de esos países con la mexicana a fin de que el vuelo de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) que llegó a esta capital el lunes pasado, brindará auxilio a sus ciudadanos, para que una vez en Mèxico, también sean repatriados a sus naciones.
La “Misión Rescate” se apresta a despegar desde el aeropuerto internacional Henri Coandè, de esta capital. Se estima que a las 8 de la mañana, horario de esta zona de Europa del Este, que serán la media noche de la capital mexicana, cuando parta el Boeing 737 de la FAM.
Katia, ecuatoriana de 19 años es otra víctima de esta guerra. La falta de oportunidades en su país la llevó a buscar opciones allende sus fronteras.
Ucrania le abrió las puertas para estudiar psicología. Pero antes debía cubrir un curso de ucraniano. Hace cinco meses llegó a Kiev para incorporarse a los estudios, llena de ilusión y sueños.
La invasión militar de Rusia le rompió la esperanza.
“La verdad estoy perdida. No sé qué hacer. Mi idea nunca fue volver a Ecuador. Al menos no por un tiempo. Ahora quiero ver si pronto todo se calma en Ucrania y volver. Aunque lo veo muy difícil”, dice a este diario entrevistada e la terminal aérea, poco antes de salir rumbo a Mèxico dentro de la “Misión Rescate”.
La tristeza es hoy su mayor sentimiento. “Ucrania en poco tiempo supo llegar a mi corazón. Me da mucha pena lo que pasa. Ellos son muy patriotas. Gente muy linda, sabe ayudar al extranjero y en su momento brinda una mano. Me dará mucho pesar que a lo mejor no regrese. Y cómo decimos en ucraniano. Gloria a Ucrania”.
No fue sencillo para Katia salir de Ucrania. Con un primo y amigos se fueron primero a la frontera con Polonia. Pero la saturación para pasar la línea fronteriza es mucha. Así, recorrieron la zona poniente del país del extremo norte al sur, para que ella pudiera pasar por Moldavia.
Cuando se enteró que había un vuelo de México y que la cancillería de Ecuador negociaba, decidió trasladarse a Bucarest para ser parte de las personas apoyadas.
Sebastián tenía una vida en Ucrania. Casado con una ciudadana de este país, este marino mercante confía en que habrá futuro para Ucrania.
El y su esposa vivían en Odesa, cerca de donde entraron las tropas rusas.
“Espero que todo se regularice y regresar. Mi vida está allá. Estoy dejando mi trabajo y mi carrera. Confío en que habrá un futuro para Ucrania”.
En esta semana de conflicto bélico, Sebastián analizó sus opciones. Aplicó para un trabajo en Ecuador y lo consiguió esta misma semana, por eso decidió regresar a su país, acompañado de su compañera. Inicia en unos días, abordo de un barco encallado en Guayaquil.
Estudiaba en Ecuador. Decidí ir a Odesa a seguir estudios y ahora conseguí un contrato en Ecuador para volver, a Quito. En esta semana lo conseguí.
Joao y Ariel, también ecuatorianos, viajaban juntos por Ucrania mientras estudiaban el idioma.
La guerra les rompió sus planes: poder incorporarse a una carrera universitaria.
La incertidumbre y las adversidades generadas en suelo ucranio debido a la guerra los dejaron varados en este país. Buscaron vuelos, trenes, buses, modos de salir. Hasta que tras varios días lo lograron.
“No es bonito salir de un país en guerra. Esperamos que se recupere. Nos tenemos que recuperar entre todos”, señalan, también antes de abordar el avión mexicano.
Un funcionario de la delegación diplomática de Ecuador en esta zona del este europeo, informó que a sus ciudadanos -algunos viajarán con sus parejas ucranias- serán recibidos por el cónsul de su país en México, quien gestionará lo necesario para enviarlos de inmediato a Quito.