Los clientes del bar y parrilla Caddies, en Bethesda, Maryland, aún pueden obtener el clásico coctel hecho con vodka, cerveza de jengibre y lima, pero ya no se llama Moscow mule, sino Kyiv mule (mula de Kiev).
Ronnie Heckman, el propietario de 31 años de este restaurante en las afueras de Washington, expuso que decidió dejar de comprar y servir vodka ruso en solidaridad con Ucrania, asediada por las fuerzas de Moscú desde la semana pasada en un conflicto que sacude al mundo.
“Esperamos que otras personas... se unan a nosotros para seguir generando conciencia sobre lo que está sucediendo en este momento”, manifestó Heckman, cuya familia tiene vínculos con Ucrania y Rusia desde generaciones atrás.
Detrás de la barra, Heckman ahora despacha Kyiv mules y black o white ucranians en lugar de sus contrapartes rusas (white russian, por ejemplo, es un coctel con licor de café, vodka y crema sobre hielo), y parte de los ingresos por la venta de esas bebidas se destina al Fondo de ayuda de emergencia para niños ucranios.
El vodka ruso no domina los mercados de licores de América del Norte, pero para las autoridades y empresas estadunidenses y canadienses, quitar las marcas rusas de los estantes y los menús es un símbolo valioso de apoyo a Ucrania y una forma visible de unirse al rechazo internacional a Moscú por la invasión.
También hay tiendas, restaurantes y bares que abandonan el vodka ruso desde los estados de Kansas (centro) hasta Vermont (noreste).
La estación turística de esquí Magic Mountain en Londonderry (Vermont) publicó un video en Internet que muestra a uno de sus cantineros diciendo: “Lo siento, no servimos productos rusos aquí”, mientras vacía una botella de Stoli (vodka saborizada de la marca rusa Stolichnaya) por el desagüe.
En Virginia, uno de los 17 estados de Estados Unidos donde el gobierno administra la venta y distribución de licores destilados, la Autoridad de Control de Bebidas Alcohólicas de Virginia (VABC) retiró el domingo siete marcas de vodka de origen ruso de casi 400 tiendas el domingo.
“Hicimos esto siguiendo al llamado del gobernador (Glenn) Youngkin a tomar medidas en apoyo de Ucrania” efectuado el sábado, informó Carol Mawyer, gerente de relaciones públicas de VABC.
En Nueva Hampshire, también un “estado de control” como Virginia, el gobernador Chris Sununu ordenó retirar “las bebidas espirituosas rusas de nuestras tiendas de licores y vinos hasta nuevo aviso.
Nueva Hampshire apoya al pueblo de Ucrania en su lucha por la libertad”, tuiteó Sununu.
Los gobernadores de Virginia Occidental, Ohio y Texas, entre otros, hicieron lo mismo al ordenar o instar a la eliminación de los productos rusos.
“Desháganse de todo el vodka ruso y, junto con la munición y los misiles, envíen las botellas vacías a Ucrania para usarlas en cocteles molotov”, instó en Twitter el senador Tom Cotton, de Arkansas, evocando las imágenes de civiles ucranios que se juntan para convertir las botellas vacías en bombas de gasolina para defenderse del avance de tropas de Rusia.
Por su parte, en Canadá, la Junta de Control de Bebidas Alcohólicas de Ontario anunció el viernes que todos los productos fabricados en Rusia serían retirados de sus puntos de venta.
Otras provincias hicieron llamados similares en los últimos días Peter Bethlenfalvy, que integra el Parlamento local de Ontario, calificó la medida como una “posición contra la tiranía y la opresión”de Rusia.
Las prohibiciones no se limitan a América del Norte, ya que el distribuidor estatal de alcohol de Finlandia prohibió los productos rusos el lunes, una medida que afecta a unos 30 marcas, la mayoría de vodka.