Ayer la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) regresó a clases presenciales para iniciar el trimestre 2022-I. Todas las actividades se llevarán a cabo tomando en cuenta medidas y protocolos preventivos contra el covid-19.
José Antonio de los Reyes Heredia, rector general de la institución, señaló en un mensaje de bienvenida a la comunidad que se inicia un ciclo fundamental para la institución, debido a que avanzarán con mayor velocidad en el regreso a las actividades en todas las unidades.
Por separado, durante la ceremonia inaugural del foro “La universidad ante la inclusión de las personas con discapacidad”, convocado por la Casa abierta al tiempo y la Universidad Iberoamericana, el rector general de la UAM apuntó que las instituciones de educación superior son “los pilares de la inteligencia de nuestras sociedades y representan importantes núcleos desde donde se construye y reconstruye el tejido comunitario, a partir del uso de la razón y de la apertura al análisis y discusión de todas las ideas que abonen al progreso social”.
También afirmó que dichas tareas, que históricamente “nuestras instituciones han desarrollado, no pueden ser cumplidas a cabalidad si no construimos la arquitectura institucional necesaria para que todos, sin importar sus circunstancias, puedan acceder en forma equitativa a la universidad y se incorporen de manera integral a sus comunidades”.
Universidad para todos
Al anunciar –junto con el doctor Alejandro Anaya Muñoz, vicerrector de la Universidad Iberoamericana– el Observatorio sobre la inclusión de las personas con discapacidad (Obindi), el cual será “un espacio de confluencia, interacción y divulgación para generar conciencia y dar visibilidad a las distintas problemáticas que enfrenta este sector de la población”, indicó que las casas de estudio no sólo deben abrir sus puertas a todos, sino construir los mecanismos suficientes para que esta incorporación ocurra en condiciones adecuadas.
Aseveró que en el caso de las personas con discapacidad las tareas que permiten lograr este propósito son variadas y de compleja implementación, al incluir tanto adecuaciones a la infraestructura educativa como adaptaciones curriculares y pedagógicas; la instrumentación de medidas de apoyo específicas; ajustes presupuestales y, sobre todo, la promoción activa de valores de respeto e inclusión entre la comunidad universitaria que impulsen la incorporación plena de este segmento de la población.