El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) deberá ser una verdadera herramienta autónoma de información, no sólo para que los gobiernos sino también para que los ciudadanos tomen mejores decisiones.
Así lo delineó la nueva presidenta del Inegi, Graciela Márquez Colín, quien afirmó que la autonomía del instituto ha estado garantizada en los años recientes y así seguirá siendo porque cuenta con un diseño constitucional sólido.
Márquez Colín, quien relevó a Julio Santaella el pasado primero de enero, garantizó que la autonomía del instituto “no es opcional”, pues cuenta con un diseño constitucional sólido en el que las decisiones importantes se toman entre varias personas y a la “metodología rigurosa” que aplican los analistas para generar información estadística, la cual “no se cambia a voluntad de una persona”.
Durante su primera conferencia de prensa como presidenta del Inegi y la primera del año destacó que las decisiones importantes del instituto no las toma una sola persona, ya que son colegiadas, tomadas en conjunto con los cuatro vicepresidentes del Inegi, los cuales conforman la junta de gobierno.
La economista, quien fue propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador y ratificada por el Senado el 9 de diciembre, afirmó que “toda la información que el Inegi genera está conformada por metodologías rigurosas a nivel nacional e internacional y no se toman o no se cambian a voluntad de una persona, si no que se conforman a partir de comités técnicos especializados. Reveló que se están planteando dos ejes importantes en los próximos años: la alfabetización de los datos y la tecnología. El otro es la innovación de procesos.