Tras hilar tres meses con incrementos, la población ocupada en México disminuyó 1.4 millones de personas en enero con respecto a diciembre pasado, reveló la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), con lo cual los niveles de empleo vuelven a estar por debajo de lo observado antes de la pandemia.
El efecto de ómicron en el mercado laboral mexicano en enero de 2022 se reflejó en una caída de la participación laboral.
De acuerdo con la información de la ENOE, que dio a conocer este lunes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la caída en la ocupación, tanto formal como informal, implicó un retroceso en la recuperación de los empleos perdidos a causa de la pandemia, la cual ya se había logrado en los tres meses previos; sin embargo, el repunte de contagios por ómicron en el país volvió a replegar las actividades económicas, principalmente en el sector servicios.
Con los resultados de enero, el nivel de ocupación quedó 220 mil 766 plazas por debajo de lo reportado en marzo de 2020, un mes antes de la contracción del mercado laboral.
En tanto, la población desocupada registró una ligera reducción. La tasa de desocupación fue de 3.6 por ciento en enero del presente año, 0.2 puntos porcentuales menos frente a diciembre, lo que generó una disminución de 1.3 millones de personas en la población económicamente activa (PEA).
Lo anterior se explica porque las personas que salieron de la fuerza laboral se sumaron a la inactividad. La población no económicamente activa (PNEA) que engloba a las personas desempleadas que no están en una búsqueda activa de empleo, aumentó en un millón de personas en el primer mes del año.
A diferencia de diciembre, cuando la informalidad acaparó prácticamente toda la recuperación del empleo, en el mes pasado las pérdidas se dividieron. La ocupación en la formalidad aumentó en 300 mil personas en enero; y la informalidad perdió 1.7 puestos de trabajo.
En tanto, la entrada en vigor del incremento de 22 por ciento del salario mínimo, que se elevó a 172 pesos diarios a partir del primero de enero, provocó una reestructuración en el nivel de ingreso en la población ocupada. Los trabajadores que perciben hasta un salario mínimo aumentaron a 5.3 millones de personas, para llegar a 19 millones de personas, 34 por ciento del total, mientras el resto de los perfiles salariales perdieron puestos de trabajo.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, durante enero de 2022 y con cifras originales, la PEA fue de 57.7 millones de personas, lo que implicó una tasa de participación de 58.3 por ciento. Dicha población fue superior en 3.3 millones con relación a la de enero del 2021. Por su parte, el complemento, la PNEA fue de 41.2 millones de personas, 1.1 millones de personas menos que en enero de 2021.