El Banco Central de Rusia más que duplicó su tasa de interés oficial el lunes e introdujo algunos controles de capital, en un momento en el que el país se enfrenta a un creciente aislamiento económico, pero su gobernadora aseguró que las sanciones le habían impedido vender divisas para apuntalar el rublo.
El mismo lunes el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció que las instituciones financieras de su país tienen prohibido realizar transacciones con el Banco Central de Rusia.
La admisión de que las restricciones han atado en la práctica las manos del Banco de Rusia subraya la ferocidad de la reacción a la invasión de Moscú de Ucrania y el éxito de los aliados occidentales en restringir su capacidad para desplegar unos 640 mil millones de dólares de reservas de divisas y oro.
“El banco central ha aumentado hoy su tasa de interés clave hasta 20 por ciento, ya que las nuevas sanciones han provocado una desviación significativa del tipo de cambio del rublo y han limitado las opciones del banco central para usar sus reservas de oro y divisas”, informó la gobernadora Elvira Nabiullina en rueda de prensa.
“Tuvimos que aumentar los tasas (para) compensar a los ciudadanos por el aumento de los riesgos inflacionarios”, añadió.
Las sanciones occidentales habían hecho que el rublo se desplomara casi 30 por ciento a mínimos históricos. La moneda recuperó algo de terreno después de que el banco central subió su principal tipo a 20 por ciento, el nivel más alto de este siglo, desde 9.5 por ciento.
El Banco Central de Rusia vendió mil millones de dólares en los mercados de divisas el jueves, dijo Nabiullina, pero no intervino el lunes.
“Dadas las restricciones en el uso de las reservas de oro y divisas en dólares y euros, no realizamos intervenciones hoy”, señaló Nabiullina.
Los principales bancos rusos han sido excluidos de la red de mensajería Swift, que facilita transacciones financieras por valor de billones de dólares en todo el mundo, lo que dificulta a los prestamistas y a las empresas realizar y recibir pagos.
Nabiullina manifestó que Rusia tenía un remplazo interno para Swift al que las contrapartes extranjeras podrían conectarse, pero no dio detalles.
Los rusos hicieron cola frente a los cajeros automáticos el domingo, preocupados porque las sanciones pudieran desencadenar una escasez de efectivo e interrumpir los pagos.
Todos los bancos cumplirán con sus obligaciones y los fondos en sus cuentas están a salvo, señaló Nabiullina, aunque el banco central estaba recomendando que los bancos restructuren los préstamos de algunos clientes.