Diversos estudios confirmaron que durante la pandemia el consumo de productos no saludables y las conductas sedentarias tuvieron un alza, señaló Nayeli Macías, investigadora en ciencias médicas del Instituto Nacional de Salud Pública.
En el encuentro virtual “Comportamiento sedentario y salud”, especificó que en un análisis que midió el cambio de dieta y conductas sedentarias se consultó a 6 mil 325 adultos de algunos países latinoamericanos, de ellos 686 fueron mexicanos mayores de 18 años.
La auscultación arrojó que “las personas con ansiedad tuvieron más probabilidad de tener una dieta menos saludable”, lo que implicó la ingesta de botanas y comidas con alto contenido calórico; “37.2 por ciento de los participantes mencionaron que su dieta fue menos saludable durante la pandemia, con un aumento en el consumo de dulces y postres en 39 por ciento en hombres y 51.6 en mujeres mexicanas”.
En estudios efectuados en otras latitudes sobre comportamiento sedentario, adolescencia y covid-19 se encontró que, “después del inicio de la pandemia, el tiempo invertido en visitar parques disminuyó 30 por ciento”.
Por ejemplo, los canadienses de entre 15 y 19 años reportaron 66 por ciento de incremento en el tiempo invertido en ver televisión y de 35 en el dedicado a jugar videojuegos, mientras en Corea del Sur otro análisis arrojó “que el tiempo frente a pantallas en niños aumentó y la realización de actividades físicas disminuyó”.
La experta dijo que análisis recientes efectuados en adultos indican que “sentarse más de 10 horas provoca mayor riesgo de mortalidad; 50 por ciento de más de posibilidades de morir si se mira televisión más de cuatro horas al día y el riesgo de morir aumenta 15 por ciento por cada hora adicional de comportamiento sedentario; esta asociación es mayor con personas fumadoras”.
Destacó que, en un periodo de seguimiento de seis años, se observó que “por cada hora de aumento en comportamiento sedentario por día, las mujeres pueden aumentar cerca de medio kilo y los hombres casi 900 gramos”.