La Arquidiócesis Primada de México hizo un llamado a todos los fieles creyentes a unirse en oración por la paz en Ucrania el próximo 2 de marzo, día dela ceremonia del Miércolesde Ceniza, que marca el inicio de la Cuaresma de la Iglesia Católica. Además, recordó que el papa Francisco convocó a una jornada de ayuno y oración por la paz. “Ofrezcamos esta Cuaresma por los que sufren a causa de este conflicto bélico”.
Incluso destacó que el pontífice no ha escatimado esfuerzos ni antes ni después del despliegue militar de Rusia en Ucrania; primero, llamando en varias ocasiones a agotar todos los recursos diplomáticos para evitar “el derramamiento de sangre, y esta semana, en un hecho inusual, acudiendo incluso en persona a la embajada de Rusia en el Vaticano para expresar su preocupación por la evolución del conflicto”.
A través del editorial de su semanario Desde la fe, invitó a familias y comunidades parroquiales a rezar el rosario, pidiendo la intercesión de la Virgen María, “en su advocación de Nuestra Señora de Fátima”, por todas las familias, especialmente por niños y adultos mayores, que se han visto en la necesidad de emigrar en busca de asilo en otros países, por quienes han fallecido y por sus familiares, y por quienes se niegan a abandonar su patria pese al riesgo de morir.
También exhortó “a todo el pueblo de Dios” a seguir pidiendo por la conversión de quienes tienen en sus manos el poder de avanzar hacia la paz. “Que Santa María de Guadalupe, quien logró conciliar a dos razas y culturas distintas, interceda con su amor maternal para que este conflicto cese lo más pronto posible y no siga cobrando vidas”.
La estabilidad del mundo, en riesgo
La Iglesia católica señaló que el conflicto en Ucrania continúa escalando a medida que las tropas rusas avanzan y miles de personas son desplazadas de sus hogares. Este conflicto bélico, dijo, pone en peligro la débil estabilidad en el continente europeo y por consiguiente en el mundo entero.
Por ello, agregó que en estos difíciles tiempos, “queremos destacar la importancia de la oración. Con una oración pedimos fortaleza para los débiles y consuelo para los tristes. Pero, sobre todo, la oración es la verdadera revolución que cambia al mundo, porque cambia corazones”.